Matamoros, Tam.— Con lágrimas de impotencia, Olga Alicia Quiroga de Reyna, propietaria de la tradicional Dulcería Encanto, de 80 años de edad, fue testigo de cómo cuatro camionetas de Protección Civil llegaron este viernes para clausurar su negocio familiar, el cual ha prestado servicio ininterrumpido en la ciudad por más de 55 años.
La comerciante había sido notificada previamente para colocar extintores y realizar una fumigación en el inmueble. Sin embargo, a pesar de haber cumplido con esas observaciones, los inspectores procedieron con la colocación de sellos de clausura, cerrando abruptamente un espacio que por décadas ha funcionado como un punto de encuentro fundamental para generaciones de matamorenses.
En el marco del mismo operativo de inspección, las autoridades también procedieron a clausurar el establecimiento conocido como Pizzas Emiliano. Los funcionarios advirtieron a los propietarios que, de no regularizar su situación y cumplir a cabalidad con todas las disposiciones de seguridad establecidas, los establecimientos no estarán autorizados para reabrir sus puertas la próxima semana.
