Un Mensajero Cósmico en Nuestro Umbral
El cometa 3I/ATLAS, detectado el 1 de julio de 2025 por el Sistema de Alerta de Último Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) de la NASA en el observatorio de Río Hurtado, Chile, ha desconcertado a la comunidad astronómica global con su morfología y comportamiento atípicos, desafiando los paradigmas de la ciencia espacial contemporánea.
El Enigma de su Procedencia Cósmica
El origen de este cuerpo celeste ha generado un intenso debate científico sobre su génesis y su peculiar dinámica, desde su composición molecular hasta su proceso de desintegración, posicionándolo como uno de los eventos astronómicos más intrigantes de la era moderna. La NASA ha compartido los datos clave de este fenómeno estelar, el cometa 3I/ATLAS, que ningún entusiasta del cosmos puede ignorar:
- Tercer visitante interestelar: Este astro representa el tercer objeto confirmado proveniente de más allá de nuestro sistema solar.
- Distancia de la Tierra: Las proyecciones orbitales indican que para el 19 de diciembre de 2025, 3I/ATLAS mantendrá una separación de 1,8 unidades astronómicas, equivalente a 270 millones de kilómetros de nuestro planeta.
- Ventana de observación terrestre: A partir de octubre, el cometa emergió de su conjunción solar, permitiendo su monitorización desde la Tierra. 3I/ATLAS es visible en el crepúsculo matutino mediante telescopio y permanecerá en el firmamento hasta 2026, culminando su tránsito durante la primavera boreal.
Características que Redefinen la Astronomía Cometaria
- Predecesores interestelares: En 2017 se identificó Oumuamua, el primer objeto interestelar documentado, seguido por 2I/Borisov en 2019.
- Tecnologías de vanguardia para su estudio: Los instrumentos desplegados por la NASA incluyen los observatorios orbitales Hubble y Webb, el satélite TESS, el Observatorio Neil Gehrels Swift, el Espectrofotómetro SPHEREx, el rover marciano Perseverance, el Orbitador de Reconocimiento de Marte, el rover Curiosity, las sondas Europa Clipper, Lucy y Psyche, la sonda solar Parker, la constelación de satélites PUNCH, las misiones colaborativas ESA-NASA SOHO Observatory y la exploradora JUICE.
- Trayectoria hiperbólica: Los astrofísicos han clasificado su órbita con esta denominación debido a su ruta de escape gravitacional.
- Codificación nominativa: La nomenclatura cometaria honra a sus descubridores, en este caso el consorcio ATLAS. La letra “I” denota interés interestelar, confirmando su procedencia extrasolar. El dígito “3” lo cataloga como el tercer objeto interestelar identificado.
- Espectro dimensional: Los cálculos sugieren dos escalas posibles, una que apunta a un perfil reducido de 440 metros (aproximadamente 1.400 pies), mientras que su límite superior de diámetro alcanza 5,6 kilómetros (3,5 millas).
- Velocidad hiperrelativa: Ha conservado una rapidez de 246.000 kilómetros por hora (153.000 millas por hora) durante el perihelio, su máxima aproximación al Sol.
- Naturaleza cometaria confirmada: Se clasificó como cometa tras verificarse su actividad criogénica, evidenciando un núcleo glaciar y una estela de partículas luminiscentes.














