Julia Paternain: De desconocida a leyenda en 42 kilómetros
Julia Paternain, una corredora fuera del radar mediático, se consagró como la revelación absoluta del Mundial de Atletismo de Tokio 2025 al asegurar la medalla de bronce en la prueba reina del maratón femenino.
Cronometrando un impresionante tiempo de 2h27:23 en el recorrido de 42,195 kilómetros, la deportista de 26 años hizo historia al conseguir el primer podio para Uruguay en un campeonato mundial de atletismo, una proeza que ella misma calificó de increíble.
“Al finalizar, un oficial me informó que había quedado en tercera posición. No lo podía creer. Llegué a la meta sin tener la más mínima idea de que había ganado el bronce”, confesó Paternain tras su actuación.
El oro correspondió a la keniana Peres Jepchirchir (2h24:43), reafirmando su hegemonía en suelo japonés después de su triunfo olímpico en Sapporo 2021. La etíope Tigst Assefa se adjudicó la plata (2h24:45) tras un emocionante sprint final.
La prensa internacional centró su foco en la historia personal de Paternain, una narrativa de identidad global tan fascinante como su logro deportivo. Nacida en Guanajuato, México, y con ascendencia uruguaya, se trasladó al Reino Unido a los dos años, donde se desarrolló atléticamente y compitió por Gran Bretaña en el Europeo Sub23 de 2019.
Posteriormente, migró a Estados Unidos para perfeccionar su rendimiento. Este 2025, gracias a la gestión de las autoridades deportivas uruguayas, obtuvo el aval de World Athletics para competir bajo la bandera de Uruguay.
“Poseo tres pasaportes y una residencia. Vengo de México, mi familia es uruguaya y me crié en Inglaterra desde mi infancia”, explicó la atleta, ejemplificando la esencia del ciudadano global.
La medalla adquiere una dimensión aún más disruptiva al considerar que este fue apenas su segundo maratón oficial y que se ubicaba en la posición 288 del ranking mundial previo a la competición.
Su vínculo emocional con Uruguay, a pesar de su vida en el exterior, fue el combustible de su performance. “En los kilómetros finales, pensé intensamente en lo que significaba correr por Uruguay. Me fascina representar a este país. Es una nación pequeña, pero con una enorme densidad de orgullo”, afirmó.
Fanática declarada de Nacional, el club emblemático de Montevideo, Paternain también ofreció una confesión que humaniza su perfil: “Lo único es que el mate no me sienta bien”, admitió, riéndose de su propia divergencia con la tradición local.