La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, afirmó que los cárteles del narcotráfico mexicanos están generando caos en el país y perjudicando sus intereses. Durante una comparecencia ante la Cámara de Representantes, Noem situó a grupos como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación en el centro de una amenaza transnacional que, según su relato, la administración del presidente Donald Trump está combatiendo de manera activa.
La funcionaria celebró las acciones de su Departamento, asegurando que la estrategia actual está “erradicando el crimen organizado transnacional y deteniendo el flujo de drogas mortales hacia nuestras comunidades”. Este posicionamiento técnico y de seguridad nacional sirvió como preámbulo para un análisis más amplio y político de la situación en la frontera. Noem realizó una crítica directa y severa a la administración anterior, acusando al presidente Joe Biden de haber permitido de manera deliberada el ingreso indiferenciado de inmigrantes.
Según su testimonio, esa política migratoria previa tuvo consecuencias graves. Noem argumentó que, como resultado, se han presenciado “ataques terroristas y crímenes atroces cometidos contra niños y familias estadounidenses” por parte de inmigrantes en situación irregular a los que calificó de delincuentes y perpetradores violentos que, en su opinión, nunca debieron haber cruzado la frontera. Este vínculo establecido entre política migratoria y seguridad interna representa uno de los ejes centrales de su discurso, mezclando el enfoque analítico sobre el crimen organizado con una valoración política de los flujos migratorios.
En contraste, afirmó que el gobierno actual de Trump ha combatido con firmeza la inmigración ilegal, presentándolo como un corrective necesario a la etapa anterior. Su declaración no se limitó al diagnóstico, sino que proyectó una continuidad en las acciones futuras. Recordó que a finales del pasado mes de noviembre trascendió que el presidente Trump estudia tomar “medidas adicionales” contra los cárteles del narcotráfico en México, una posibilidad que el propio mandatario había insinuado días antes al sugerir la posibilidad de lanzar ataques contra estos grupos en territorio mexicano.
Esta mención a operaciones militares o de seguridad más allá de la frontera estadounidense introduce un elemento de alta tensión en la relación bilateral. La respuesta desde México no se hizo esperar. Al día siguiente de las declaraciones de Trump, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseveró de manera categórica que “no va a ocurrir” algún ataque estadounidense en la nación mexicana, reafirmando el principio de soberanía y no intervención. Este intercambio de posiciones, aunque no ocurrió en el mismo foro, contextualiza las declaraciones de Noem dentro de un diálogo bilateral complejo y, en ocasiones, confrontacional.
El testimonio de la titular de Seguridad Nacional, por tanto, opera en dos niveles. Por un lado, ofrece un análisis técnico y de seguridad sobre el impacto del crimen organizado transnacional, con un lenguaje preciso que busca transmitir control y acción estratégica. Por otro lado, se enmarca en un debate político doméstico más amplio, utilizando el tema de los cárteles y la migración para trazar una línea divisoria clara entre las administraciones de Biden y Trump. La precisión en la identificación de los cárteles específicos y la descripción de sus actividades contrasta con las afirmaciones de carácter más general sobre las consecuencias de la migración, un equilibrio que refleja la naturaleza dual de su comparecencia: informar a los legisladores y, simultáneamente, defender la postura y los logros de la administración actual.














