La Desaparición que Conmociona a una Región: Tras la Pista del Exalcalde
Una fría ficha de búsqueda emitida por la Fiscalía General del Estado de Michoacán es el único rastro oficial que confirma una realidad alarmante: Alejandro Correa Gómez, quien dirigió los destinos del municipio de Zinapécuaro entre 2018 y 2021, se ha esfumado. El documento, obtenido por este medio, establece que su último paradero conocido fue la localidad de Tierras Coloradas, en el municipio de Hidalgo, en la madrugada del 2 de noviembre. Pero, ¿qué sucedió realmente después de las 02:00 horas? La versión oficial se detiene aquí, dejando un vacío de información que nuestra investigación busca llenar.
El Hombre Detrás del Cargo: Señas Particulares y un Misterio por Resolver
La descripción física del exedil, de 41 años, es minuciosa. La ficha lo describe vistiendo una camisa a cuadros azul, un chaleco gris y un sombrero beige. Con una estatura de 1.78 metros, sus señas particulares más distintivas son una cicatriz entre la nariz y el párpado derecho y otra en la ceja derecha. Sin embargo, son sus tatuajes los que añaden una capa de profundidad al perfil del desaparecido: en su brazo derecho lleva la inscripción “No temas porque estoy contigo: Isaías 41:10“, y en el pecho, la frase “todo lo puedo en Cristo“. Estos símbolos de fe contrastan brutalmente con la incertidumbre de su destino actual. ¿Fueron estas mismas características las que lo hicieron fácilmente identificable para actores desconocidos?
El Silencio de las Autoridades: Una Búsqueda con Más Sombras que Luces
Al indagar con fuentes al interior de la Fiscalía, encontramos un muro de silencio. No hay comunicados de prensa, no hay conferencias para informar a una ciudadanía consternada, no hay avances públicos en la pesquisa. La única acción visible es un llamado genérico a la población para colaborar en su localización. Este patrón de opacidad nos lleva a cuestionar: ¿se trata de una desaparición convencional o existen elementos políticos y de seguridad que están siendo deliberadamente omitidos de la narrativa pública? La historia reciente de Michoacán, marcada por la complejidad de la seguridad pública, obliga a considerar todos los escenarios.
La desaparición de un exfuncionario público no es un hecho aislado; es un síntoma de un entorno donde las líneas entre el poder, la violencia y la impunidad a menudo se difuminan. La comunidad de Zinapécuaro espera respuestas, mientras nuestra investigación continúa, siguiendo cada pista y exigiendo transparencia en un caso que parece haber caído en un preocupante limbo informativo.
				
															
								
															
















