El panorama para Henry Martín, delantero emblemático del Club América, se nubla una vez más. La institución americanista confirmó mediante un comunicado oficial que el artillero sufre un nuevo esguince en su rodilla izquierda, agregando otro capítulo a una inquietante cadena de problemas físicos que lo persiguen desde hace meses.
Pero, ¿qué hay detrás de esta alarmante recurrencia? La información oficial, escueta como suele ser, establece que “el tiempo de recuperación será de acuerdo a su evolución”. Una fórmula protocolaria que deja más preguntas que respuestas y que nos impulsa a investigar más allá del parte médico.
Al profundizar en el historial reciente del jugador de 32 años, emerge un patrón preocupante: una lesión de rodilla, complicaciones con el tendón de Aquiles y diversos problemas musculares. Este último incidente se produjo durante la Final del Clausura 2025 ante Toluca, forzando su salida del encuentro y causando su ausencia en los duelos ante Atlas y Pachuca al inicio de esta temporada.
Su regreso, tan esperado por la afición, se materializó en el Clásico Nacional ante Chivas, donde disputó apenas 21 minutos. Sin embargo, fue en una declaración previa a ese encuentro donde Martín reveló la dimensión psicológica de esta crisis. “Es durísimo, te pega en lo anímico y en lo emocional. No podía entender qué me estaba pasando porque no era solo una lesión, me recuperaba de una, regresaba a un entrenamiento y me lastimaba la rodilla. Incluso empiezas a pensar en cosas sobrenaturales”, confesó el futbolista con una crudeza inusual.
“Dices ‘¿qué es lo que está pasando? ¿No es increíble que me esté sucediendo esto?’. Y luego cuando haces una recapitulación de todo lo que he vivido, pues realmente no he parado en varios años”, declaró el jugador, planteando una reflexión que trasciende lo físico y apunta a un desgaste acumulativo.
Esta última frase es clave: “realmente no he parado en varios años”. ¿Estamos ante las consecuencias de una carga excesiva de partidos? ¿Falta de rotación? ¿O existe un componente en su preparación o tratamiento que no está siendo abordado correctamente? Las dudas se acumulan tanto como sus lesiones.
La persistencia de estos males no solo amenaza su rendimiento inmediato, sino que proyecta una sombra sobre la fase final de su carrera. Cada nuevo esguince, cada recaída, aleja al goleador de su mejor versión y plantea un interrogante crucial para el club: ¿está la institución manejando de la manera más adecuada la salud de su delantero estrella?
La investigación revela que más allá del diagnóstico puntual de un esguince, se esconde una situación compleja que combina desgaste físico, presión competitiva y, perhaps, un manejo médico que merece ser scrutinizado. El caso de Henry Martín se convierte así en un recordatorio de la fragilidad de los atletas de élite y de las preguntas incómodas que surgen cuando la lesión deja de ser un incidente aislado para convertirse en una tendencia alarmante.