Se trata de Gabriela González Gutiérrez, quién se dedica a la fabricación y venta de huevos de «la coneja», desde hace diez años.
Comenta doña Gabriela que fue su tía Delia Gutiérrez quien empezó a vender huevos de pascua por primera vez en Matamoros y quién le dejo esa encomienda a su mamá y ahora es ella, la que siguió con ese oficio.
Lamentablemente y es posible que con ella, se termine esta tradición ya que no hay más quien se interese en decorar y llenar huevos para la pascua.
Señala que su tía inició en la tres y periférico pero que ya se retiró del mercado.
Cabe mencionar que esta bonita tradición solo se practica en la frontera con Estados Unidos en donde las familias buscan un lugar donde pasar el domingo de pascua y esconder los huevos de la coneja para después quebrarlos entre todos.
Confiesa que todo el año, trabaja sin parar en llenar y pintar cascarones para venderlos en estas fechas de semana santa.
Doña Gabriela se dedica a cuidar a sus sobrinos después de que falleciera su hermana y expresa que las ganancias son para seguir apoyando a los pequeños.
También asegura que es una buena terapia el llenar y pintar cascarones por que se olvida un poco de los problemas.
Por último, dice que por año hace de 30 a 40 cajas de 12 tapas cada una y que las vende en 3 por $100 pesos, así que saque las cuentas y evite regatear por que es un trabajo de todo un año.
Por: David Martínez
