El secretario de Relaciones Exteriores (SRE) de México, Marcelo Ebrad nos acaba de revelar a los mexicanos que el Gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) invertirá anualmente 90 millones de dólares en los países de Centroamérica, como parte del Programa Nacional de Desarrollo Integral para Centroamérica.
Dijo que los mil 800 millones de pesos aproximados se van a invertirse en Salvador, Honduras y Guatemala forman parte del Fondo de Yucatán, que están dentro del presupuesto de Egresos de la Federación del presente año.
La cuantiosa inversión la dio a conocer el titular de la SRE durante la firma del acuerdo entre el presidente, AMLO y el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, para poner el marcha el programa “Sembrando Vida”, mediante el cual se pretenden general 20 mil empleos, como una medida de contención para frenar el flujo de migrantes que llegan a México para cruzar a los Estados Unidos.
El titular de la SRE dijo que con dicho acuerdo “México y Honduras mandan un mensaje: “Si México y Honduras lo pueden hacer, ¿por qué Estados Unidos no?”.
Cediendo a las presiones del presidente norteamericanos, Donald Trump, México no solamente está haciendo el trabajo sucio de los Estados Unidos, al detener y perseguir a los inmigrantes centroamericanos sino que además está comprometiendo mil 800 millones de pesos para Centroamérica, como si al gobierno le sobrara el dinero.
Quien debería de estar haciendo las inversiones en Centroamérica para frenar los flujos migratorios son los Estados Unidos, que tiene suficiente recursos económicos para hacerlo y sin embargo no ha invertido ni invertirá un centavo.
A la pregunta del titular de la SRE ya tiene una respuesta del Secretario de Estado, Mike Pompeo, quien dejo en claro que su país no invertiría ningún centavo en Centroamérica a menos de que estuviera en riesgo su seguridad nacional.
México está haciendo el trabajo sucio a los Estados Unidos y distrayendo recursos que deberían destinarse para apoyar a los mexicanos, porque el Gobierno de AMLO no supo negociar con Estados Unidos
El Gobierno de México debió haber negociado emprender acciones para frenar los flujos migratorios, si Estados Unidos hacia inversiones para promover el empleo en Salvador, Honduras y Guatemala.
México que en los hechos ya es un “tercer país seguro”, porque está recibiendo a los centroamericanos expulsados de los Estados Unidos, luego que presentaron su solicitud de asilo, donde van a esperar la respuesta que puede tardar más de un año.
México debió hacer negociado que asumiría esa papel siempre y cuando el Gobierno norteamericano financiera su estancia en México y aportara recursos para su expulsión a sus países de origen si fuera rechazada la solicitud de asilo.
Sin embargo no lo hizo y ahora México tiene que absorber el costo financiero.
A riesgo de que se me tilde de racista, creo que con las acciones que ha emprendido el gobierno del presidente AMLO “somos candil de la calle y obscuridad en la casa”.
Mientras que el Gobierno destina cientos de millones de pesos para generar empleos en Centroamérica, las dependencias federales siguen despidiendo a miles de burócratas. No hay dinero para las estancias infantiles y siguen faltando medicamentos en los hospitales. No hay apoyos para emprendedores y el empleo se desplomó en este semestre a niveles del 2009. Y miles de personas que cumplieron este año 65 años se quedaron sin su pensión porque él gobernó determinó que ahora se daría hasta los 68 años.
Por ese motivo, insisto, México es candil de la calle y obscuridad en casa.
No se trata de no ser solidarios con nuestros hermanos en desgracia de Centroamérica.
Se trata de que haya apoyos para los hermanos de Centroamérica, pero sin regatear los que legítimamente le pertenecen a los mexicanos. Se trata de sentarse de nuevo con el Gobierno de Trump y decirle que se mocha con dinero para esos países o México dejará de hacer el trabajo sucio.
