La Resiliencia Operativa de Pemex en Tiempos de Contingencia
En mi larga trayectoria observando la industria energética, he aprendido que el verdadero carácter de una empresa se mide no cuando todo funciona perfectamente, sino precisamente cuando enfrenta adversidades. Petróleos Mexicanos (Pemex) está demostrando exactamente esto en estos momentos.
Recuerdo situaciones similares en el pasado donde las condiciones meteorológicas ponían en jaque operaciones críticas. Hoy, Pemex informa que, a pesar de las precipitaciones intensas que afectan el norte de Veracruz, la Terminal de Almacenamiento y Despacho (TAD) Poza Rica mantiene su funcionalidad sin interrupciones, continuando con la recepción de combustibles y operando con normalidad en su sistema eléctrico.
A través de sus canales oficiales, la paraestatal petrolera confirmó que el nivel del agua en la zona se mantiene controlado, implementando un protocolo de monitoreo permanente que he visto evolucionar positivamente a lo largo de los años para anticipar cualquier contingencia.
Lo que más me impresiona de esta situación es que Pemex ha desplegado el capital humano especializado necesario para garantizar la continuidad operativa y responder con eficiencia ante cualquier emergencia derivada de las condiciones climáticas adversas en esta región, donde actualmente 48 municipios reportan afectaciones por las lluvias torrenciales y el desbordamiento de cuerpos fluviales. Esta capacidad de respuesta no se construye de la noche a la mañana; es el resultado de lecciones aprendidas en situaciones previas y una evolución constante en los protocolos de seguridad industrial.