A un costado del campo de béisbol del ejido Guadalupe, un perro permanece amarrado día y noche, expuesto a las inclemencias del clima. El animal se encuentra a la intemperie, sin acceso a agua ni alimento, lo que ha generado preocupación entre quienes pasan por la zona.
La situación ha sido visible por varios días, y aunque el perro sigue en el mismo lugar, no se observa que alguien acuda a atenderlo. Las condiciones en las que se encuentra representan un riesgo para su salud, ya que está completamente desprotegido del sol, la lluvia y el frío.