Por Ángel Domínguez
Matamoros, Tamaulipas.- A pesar de que desde el ciclo escolar pasado se implementó el programa Alimentos Saludables, en diferentes planteles educativos de Matamoros se han detectado nuevamente productos de alto contenido en sodio, grasas, azúcares y calorías, lo que motivó a las autoridades sanitarias a reforzar las inspecciones.
Román Safores, coordinador de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), informó que durante las últimas revisiones se localizaron bolsas de frituras, refrescos y jugos en tres escuelas, situación que llevó al aseguramiento inmediato de dichos productos.
El funcionario explicó que estas acciones forman parte de un plan coordinado entre Coepris y el Centro Regional de Desarrollo Educativo (Crede), con el objetivo de reducir el consumo de alimentos considerados de riesgo para la salud de los estudiantes. “Se busca avanzar en la eliminación de la llamada comida chatarra dentro y fuera de los planteles”, precisó.
De acuerdo con Safores, las cooperativas escolares ya cuentan con un manual que detalla los productos permitidos para la venta, tanto en desayunos como en refrigerios. Estos lineamientos priorizan frutas, verduras, cereales y bebidas naturales, con el propósito de promover hábitos alimenticios más sanos desde la infancia.
Además de supervisar los alimentos en venta, las brigadas verifican la calidad del agua utilizada en la preparación y limpieza de frutas y verduras, garantizando que sea potable y libre de bacterias que puedan ocasionar enfermedades gastrointestinales entre los alumnos.
Las revisiones son permanentes y abarcan en promedio tres escuelas por semana. Durante estas visitas, los inspectores también revisan que los propios estudiantes no lleven en sus loncheras productos restringidos, como golosinas y bebidas azucaradas.
El coordinador de Coepris destacó que en el corto plazo se retirarán al menos 10 productos de consumo común en los menores, que hasta ahora siguen apareciendo en los planteles pese a la normativa vigente. Estos artículos representan la principal preocupación por su efecto directo en problemas como obesidad y diabetes infantil.
Finalmente, Safores exhortó a los padres de familia a sumarse a la estrategia, evitando enviar a sus hijos alimentos que incumplan con los lineamientos. “El esfuerzo debe ser conjunto para proteger la salud de los estudiantes y avanzar hacia una cultura alimentaria más equilibrada”, concluyó.