El secretario de Salud federal, David Kershenobich, realizó un llamado enfático a la población para reforzar la vacunación contra la influenza, especialmente ante la presencia de una variante del virus con mayor capacidad de contagio que actualmente circula en otras regiones. Sin embargo, el funcionario descartó de manera categórica que esta variante, identificada como A H3N2 subclado K y referida en algunos medios como “súper gripe”, represente en este momento un motivo de alarma para México, donde hasta la fecha solo se ha confirmado un caso.
Durante su intervención en la conferencia matutina en Palacio Nacional, Kershenobich Stalnikowitz ofreció un análisis técnico detallado para contextualizar la situación. Explicó que esta variante, que ha mostrado una circulación activa en Europa y Estados Unidos, no constituye una cepa nueva o radicalmente distinta. Por el contrario, se encuentra dentro del espectro de virus considerados en la formulación de la vacuna contra la influenza que ya está disponible y se aplica en el país. Esta precisión es crucial, ya que significa que las personas que ya han recibido su dosis cuentan con un grado de protección significativo y adecuado frente a esta mutación específica.
El experto aclaró que la característica principal que se ha observado en esta variante es precisamente una mayor transmisibilidad, lo que potencialmente puede llevar a un aumento en el número de casos. No obstante, subrayó un aspecto tranquilizador: el virus responde de manera efectiva a los tratamientos antivirales establecidos, en particular al oseltamivir. La disponibilidad de este medicamento en el sistema de salud público está garantizada, lo que proporciona una segunda línea de defensa sólida para quienes pudieran contraer la enfermedad.
No representa en este momento ningún problema para el país, es nada más estar pendiente con vigilancia epidemiológica”, afirmó el secretario.
Kershenobich destacó la fortaleza de la infraestructura nacional para hacer frente a la temporada de influenza. México cuenta con un abasto suficiente de dosis de la vacuna para cubrir a los grupos de población considerados en riesgo. Además, recalcó que la inmunización cumple una función dual fundamental: no solo reduce la probabilidad de contraer el virus, sino que, en caso de infección, previene de manera muy eficaz el desarrollo de cuadros graves, hospitalizaciones y complicaciones que pueden ser fatales. Este efecto es el que permite mantener un control epidemiológico de la enfermedad durante los meses invernales, evitando la saturación de los servicios médicos.
En un dato relevante para la autonomía sanitaria del país, el titular de Salud detalló que la vacuna utilizada en la campaña nacional, denominada Mexinvac, se produce íntegramente en México y su aplicación se ha consolidado desde 2024. Este hecho fortalece de manera sustancial la capacidad de respuesta ante brotes estacionales y garantiza un suministro oportuno y soberano.
Los datos epidemiológicos actuales respaldan el mensaje de control. El número de casos registrados de influenza en lo que va de la temporada es similar al observado en el mismo periodo de 2024, un año en el que la enfermedad se mantuvo dentro de parámetros manejables gracias precisamente al escudo que proporciona la vacunación.
El llamado a la acción es claro y está dirigido a los grupos prioritarios. Deben vacunarse todos los niños de entre seis meses y cinco años de edad, así como las personas de 60 años o más. La recomendación se extiende de manera imperativa a quienes padecen condiciones crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedad renal, obesidad mórbida, asma o cualquier padecimiento que pueda comprometer o debilitar el sistema inmunológico, ya que estos grupos enfrentan un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones.
Pese a la disponibilidad de los biológicos, la cobertura de vacunación actual se ubica alrededor del 50 por ciento de la población objetivo. Esta cifra revela un margen de mejora importante y por ello el secretario insistió en que la prevención a través de la inmunización sigue siendo la piedra angular de la estrategia sanitaria. La invitación a acudir a los centros de salud y puestos de vacunación es un esfuerzo por cerrar esa brecha de protección.
Con un panorama de herramientas disponibles y un virus que, aunque más contagioso, es conocido y manejable, el mensaje final de las autoridades es de confianza pero no de complacencia. “Tenemos vacuna, tenemos tratamiento y, por lo tanto, pensamos que no será un problema la influenza en esta ocasión”, concluyó Kershenobich, resumiendo una postura que combina la vigilancia técnica rigurosa con un llamado comunitario a la responsabilidad individual.
