La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se limitó a señalar que es el Partido Acción Nacional quien debe ofrecer una explicación pública sobre su decisión de nombrar al exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, como su representante ante América del Norte. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum optó por una respuesta concisa y evasiva: “Sin comentarios, la verdad, que ellos expliquen lo que tengan que explicar”. Esta declaración, aparentemente neutral, traslada toda la presión política y mediática hacia la oposición, obligándola a justificar una designación que ha generado una intensa polémica.
El nombramiento se produjo en un momento de máxima sensibilidad, apenas semanas después de que legisladores federales y locales de Morena presentaran una denuncia formal contra el exmandatario. La acusación, interpuesta el pasado 8 de diciembre ante la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, es de una gravedad considerable. Los diputados acusan a García Cabeza de Vaca de los delitos de extorsión y de presunta participación en operaciones de huachicol, es decir, el robo de hidrocarburos, durante su gestión al frente del gobierno de Tamaulipas.
Los detalles de la denuncia pintan un cuadro operativo complejo. Según los legisladores, durante la administración del exgobernador se habría establecido una estructura paralela e ilegal, descrita como un “mini Servicio de Administración Tributaria tamaulipeco”. Esta red, presuntamente, operaba a través de puntos de revisión o retenes controlados por corporaciones policiales estatales. En esas ubicaciones, se alega que se cometían extorsiones sistemáticas contra transportistas y se ejecutaban funciones que legalmente corresponden exclusivamente a autoridades federales, como la confiscación de mercancías, una facultad reservada a las aduanas.
El contexto legal se complica aún más por la situación personal del exgobernador. Francisco García Cabeza de Vaca actualmente reside en los Estados Unidos, un hecho que los denunciantes utilizan para exigir su extradición a México para que enfrente a la justicia. Sin embargo, en un giro que reconoce la complejidad jurídica internacional, los propios legisladores de Morena admitieron que el acusado cuenta con nacionalidad estadounidense. Este dato es crucial, ya que la posesión de la ciudadanía de Estados Unidos introduce obstáculos procesales significativos y podría protegerlo de una extradición expedita, alargando y politizando cualquier procedimiento legal.
Frente a este escenario de graves acusaciones penales, la reacción del PAN ha sido proceder con el nombramiento y celebrarlo públicamente. Tras el anuncio oficial, García Cabeza de Vaca agradeció a Jorge Romero Herrera, el dirigente nacional del partido, por la confianza depositada en él. El exgobernador aseguró que asumirá la encomienda con “responsabilidad y convicción”, con el objetivo declarado de promover la visión de país del instituto político en el ámbito norteamericano. Esta decisión partidista es interpretada en el ámbito político como un acto de defensa y lealtad interna, pero también como una provocación calculada hacia el gobierno en turno, al normalizar la figura de un personaje bajo una nube de acusaciones formales.
La respuesta de la presidenta Sheinbaum, aunque breve, enmarca el episodio dentro de la dinámica de confrontación política que caracteriza al sistema mexicano. Al negarse a comentar y redirigir la exigencia de explicaciones al PAN, evita personalizar el ataque pero instala el tema en la agenda pública como un cuestionamiento a la ética y los criterios de la oposición. El mensaje subyacente es claro: la carga de la prueba recae sobre el partido que decide otorgar un cargo de representación a un individuo que enfrenta una investigación por delincuencia organizada. Más allá de los procesos legales por venir, este caso expone cómo las acusaciones penales se entrelazan y son utilizadas como instrumentos en la batalla política cotidiana, donde las designaciones partidistas se convierten en declaraciones de principios y en campos de batalla narrativos.











