La dinámica legislativa desde la experiencia
En mi larga trayectoria observando la vida política, he aprendido que la verdadera gobernabilidad no se decreta, se construye en mesas de trabajo discretas. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lo sabe bien, y su encuentro con el coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López, es un reflejo de esa necesidad práctica. No se trata de un mero trámite, sino del engranaje esencial para mover la agenda del Congreso.
Durante su conferencia mañanera en Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo comentó que estas coordinaciones son habituales. He visto cómo estos rituales políticos, cuando son constantes, evitan los famosos “cuellos de botella” legislativos. La mandataria no solo dialoga con Adán Augusto, sino también con el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, con quien sostuvo una conversación telefónica el mismo día. Esta dualidad es crucial; el Senado y la Cámara baja son bestias distintas que requieren domarse con estrategias diferentes.
La constancia como clave del avance parlamentario
Ella misma lo explicó con claridad: “Para temas de agenda del Congreso. Me reúno con ellos muy seguido, por lo menos todos los lunes”. Aquí hay una lección de gestión que va más allá de la teoría: la disciplina en la comunicación evita malentendidos y acelera los procesos. Un lunes con la agenda colapsada puede significar un retraso en iniciativas clave, dejando “algunas leyes” pendientes. En la práctica, un día perdido en el calendario legislativo puede traducirse en semanas de espera.
Prioridades tangibles en la mesa de negociación
Al detallar los temas tratados, se refirió a la Ley contra la Extorsión, la Ley de Aguas y otros “asuntos legislativos“. Desde mi perspectiva, esta selección no es casual. La primera responde a una demanda de seguridad ciudadana palpable; la segunda, a un desafío nacional de gestión hídrica que he visto agravarse con los años. Son textos legales que, lejos de ser abstractos, impactarán directamente la vida de las personas. La presidenta enfatizó, con razón, la necesidad de avanzar en estos temas para mejorar la situación en el país. La experiencia me ha enseñado que son este tipo de consensos, forjados en reuniones operativas y no en discursos, los que realmente impulsan a una nación.

















