Trevilla asegura que México está preparado para enfrentar cualquier amenaza

En un discurso cargado de simbolismo patriótico, el General Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional, envió un contundente mensaje durante la conmemoración del 105 aniversario de la Columna de la Legalidad. ¿Está México realmente preparado para los desafíos que enfrenta? Las palabras del alto mando militar sugieren una firmeza inquebrantable, pero expertos cuestionan si esta retórica coincide con la compleja realidad de seguridad en el país.

Frente a cientos de cadetes en el Heroico Colegio Militar de Tlalpan, Trevilla no solo rindió homenaje a un episodio histórico clave -la defensa del presidente Venustiano Carranza en 1920-, sino que tejió un paralelismo con la actual administración. “Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Gobierno, sociedad y Fuerzas Armadas podemos hacer frente a cualquier amenaza”, declaró con énfasis el militar. Sin embargo, fuentes cercanas al gabinete de seguridad revelan que esta declaración llega en un momento particularmente tenso en las relaciones bilaterales con Estados Unidos, especialmente por la presión para combatir el narcotráfico.

Documentos obtenidos por nuestro equipo muestran que, tras bambalinas, hay preocupación por la capacidad operativa real de las fuerzas armadas. Mientras Trevilla hablaba de “fortalezas institucionales”, tres generales retirados consultados admiten que persisten desafíos logísticos y de inteligencia no resueltos. “Las palabras son importantes, pero necesitamos ver acciones concretas”, comentó bajo condición de anonimato un excomandante de zona.

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El acto protocolario, que incluyó una recreación histórica de la última carga de caballería de la Revolución, sirvió de escenario para que Trevilla reiterara la lealtad castrense a Sheinbaum como primera mujer en ocupar la Comandancia Suprema. “Nos enorgullece conferirle nuestra lealtad”, afirmó, citando además fragmentos del discurso constitucional de la mandataria. Analistas políticos interpretan estas declaraciones como un intento por cerrar filas ante posibles tensiones internas.

Lo que comenzó como una ceremonia conmemorativa terminó siendo un mensaje político-militar de alcances impredecibles. Mientras los cadetes desfilaban honrando a quienes defendieron a Carranza, las palabras de Trevilla parecían dirigirse tanto al interior del país como a observadores internacionales. La pregunta que queda flotando: ¿se trata de una muestra de fortaleza institucional o de un intento por proyectar estabilidad en medio de crecientes desafíos?

Una cosa es clara: el mensaje del secretario de la Defensa Nacional no fue casual. En un contexto geopolítico volátil, donde cada declaración oficial es analizada al milímetro, Trevilla eligió cuidadosamente sus palabras. El tiempo dirá si esta retórica de unidad se traduce en capacidad operativa real frente a las múltiples amenazas que acechan a la nación.

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