Abandonan a bebé recién nacido en jardinera de iglesia durante Navidad

 

Un bebé de aproximadamente dos días de vida fue encontrado abandonado en una jardinera al exterior de la parroquia de San Agustín Obispo, en el municipio de Tultitlán, Estado de México. El hallazgo se produjo la noche del 25 de diciembre de 2025, alrededor de las 20:00 horas, en plena celebración de la Navidad, cuando feligreses que asistían a la última misa escucharon llantos procedentes de un paquete.

Al recibir el reporte, elementos de la Policía Municipal acudieron al sitio, ubicado en la avenida Magnolias de la colonia Granja San Palo. Al abrir el paquete, los uniformados confirmaron la presencia del neonato, quien fue puesto bajo resguardo por personas de la comunidad presentes en el lugar. La policía Jannet Maya detalló que, de manera informal, los presentes bautizaron al menor con el nombre de Jesús, en alusión a la fecha del suceso. Posteriormente, el bebé fue trasladado a un hospital para una valoración médica completa que determine su estado de salud y asegure su bienestar inmediato.

Este incidente marca el tercer caso de abandono de un menor registrado en el municipio de Tultitlán a lo largo del año 2025, un patrón que activa alarmas sobre las circunstancias sociales y de salud que llevan a estas situaciones extremas. El primer caso se documentó en febrero, cuando un hombre identificado como Lucio ‘N’ abandonó a un menor dentro de una bolsa. En marzo, se reportó el hallazgo de un feto en un carrito de basura, hecho que derivó en la detención de una mujer presuntamente responsable.

El abandono de un recién nacido en un espacio público, y en condiciones de vulnerabilidad extrema, constituye un delito grave que pone en riesgo la vida del menor y refleja una crisis personal y social profunda. Las autoridades tienen la obligación de investigar los hechos para identificar y procesar a los responsables, al tiempo que deben activar los protocolos de protección infantil para garantizar el futuro del bebé, que probablemente pase al cuidado del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

 

Desde una perspectiva técnica, estos sucesos reiterados evidencian fallas críticas en los sistemas de apoyo social, salud mental y acceso a servicios de salud reproductiva. La desesperación que puede llevar al abandono de un hijo a menudo está ligada a la falta de información sobre opciones legales y seguras, como la entrega voluntaria y anónima en instituciones autorizadas, prevista en la Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de muchos estados, incluido el Estado de México. La existencia de protocolos como el “Bebé Seguro” o “Cuna Segura”, que permiten la entrega del neonato sin consecuencias penales para la madre, no parece estar suficientemente difundida o accesible.

El impacto de este acto trasciende lo penal. El bebé, además de enfrentar el trauma inicial del abandono, requiere evaluación médica urgente para descartar hipotermia, deshidratación, infecciones o complicaciones derivadas del parto sin asistencia profesional. Su ingreso al sistema de protección implica el inicio de un largo proceso administrativo y judicial para definir su situación jurídica, mientras se busca una familia que pueda brindarle un hogar estable, ya sea mediante la reintegración familiar, si se localiza a parientes idóneos, o a través de la adopción.

El hecho de que el abandono ocurriera en las inmediaciones de un templo católico en una fecha tan significativa añade una capa simbólica al caso, pero no mitiga la gravedad del acto. Subraya, más bien, la búsqueda desesperada de un lugar percibido como seguro o de una posible redención por parte de quien cometió el abandono. La respuesta institucional debe ser integral: combinar la investigación penal con un análisis sociodemográfico que permita diseñar políticas públicas preventivas. Esto incluye reforzar campañas de educación sexual, garantizar el acceso a métodos anticonceptivos, ofrecer apoyo psicosocial a mujeres en situación de embarazo no deseado y promover activamente el conocimiento de los mecanismos legales de entrega segura, para evitar que la desesperación vuelva a traducirse en un riesgo mortal para un recién nacido.

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