Una Pérdida que Nos Duele en la Corporación
Llevo años en este oficio y, por desgracia, he visto demasiadas veces cómo la violencia se cobra vidas prometedoras. La noticia del fallecimiento del agente Alexander “N”, de apenas 26 años, tras ser rescatado, es un recordatorio amargo de que un rescate exitoso no siempre garantiza un final feliz. La crudeza de esta realidad es algo que los manuales no te pueden transmitir.
Alexander, un elemento de la Policía Estatal Preventiva, fue liberado por efectivos del Ejército Mexicano después de un intenso intercambio de fuego con el grupo delictivo que lo mantenía cautivo. Sin embargo, las lesiones que sufrió durante su privación de la libertad resultaron fatales, falleciendo finalmente en un nosocomio privado de Culiacán.
Con este triste suceso, la cifra de integrantes de las corporaciones policiacas municipales, estatales y de investigación ultimados en lo que va del año asciende a treinta y ocho. El caso más reciente antes de este ocurrió en la sindicatura de Aguaruto, donde el agente estatal Josué “N” perdió la vida durante una emboscada, un ataque en el que su progenitor y otras dos personas también resultaron lesionadas.
Los hechos se desencadenaron el viernes por la tarde en la colonia Renato Vega Amador. Según los reportes, varios sujetos armados sometieron al agente Alexander, quien se encontraba en su día de asueto, y lo introdujeron a la fuerza en un automóvil Corolla. La rápida alerta a los números de emergencia activó el protocolo de búsqueda.
Elementos del Ejército y de la Policía Estatal Preventiva, alertados sobre la privación ilegal de la libertad, localizaron al comando armado cerca de una gasolinera en el fraccionamiento Villa Bonita, desatándose un fuerte enfrentamiento.
Tras la balacera, los militares lograron neutralizar a uno de los civiles y aprehender a tres más. Todos ellos, así como el agente estatal que había sido rescatado, presentaban heridas de bala y requirieron ser trasladados a distintos centros hospitalarios.
La Fiscalía General del Estado, que ya había iniciado una carpeta de investigación por el delito de secuestro de un servidor público, recibió la notificación del deceso de la víctima a causa de las lesiones por proyectil de arma de fuego.
Finalmente, se supo que dos de los tres civiles detenidos, identificados como Cesar Armando “N” y Jesús Ramón “N”, fueron vinculados a un vehículo Corolla asegurado, así como a un arsenal que incluye armas, cargadores y equipamiento táctico.
