CIUDAD DE MÉXICO.- La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó un desenlace positivo en un caso que mantuvo en vilo a la corporación: los dos agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), bajo el mando de Omar García Harfuch, quienes desaparecieron en una región de influencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) durante labores de inteligencia, fueron hallados en óptimas condiciones físicas.
Desde mi experiencia en cobertura de seguridad, estos episodios suelen estar cargados de una angustia operativa silenciosa. “A ver lo que me informan, pero yo preferiría que lo informe el secretario de Seguridad”, mencionó Sheinbaum, reflejando un protocolo aprendido: dar la noticia crucial, pero ceder el detalle técnico al mando directo. “Los dos agentes… fueron encontrados en buen estado de salud. Ese es el recado (que me pasan)”, añadió la mandataria federal, mostrando el papel de un gobierno que, más allá de la teoría, debe actuar como primer receptor y transmisor de certezas en medio del caés.
Una colaboración que marca la diferencia en terreno complejo
La nota exhibida durante la conferencia matutina reveló un dato operativo clave: el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, colaboró en las gestiones para el hallazgo. He visto cómo la falta de coordinación entre federación y entidades federativas puede reventar operativos; aquí, parece haber funcionado la sinergia. García Harfuch, un secretario cuya trayectoria personal lo vincula de manera trágica y directa con la violencia criminal, reportó el alivio: los policías desaparecidos fueron localizados sanos y salvos. El titular de la SSPC precisó que los elementos privados de su libertad en Zapopan se encuentran bien y pronto se reunirán con sus familias.
En redes sociales, el funcionario agradeció a las instituciones fundamentales en cualquier despliegue de búsqueda real: “@Defensamx1 @SEMAR_mx @GN_MEXICO_ y al Gobernador @PabloLemusN”. Esta mención no es un formalismo; es el reconocimiento táctico de que, en campo, la Marina, la Guardia Nacional y el Ejército son often la columna vertebral de la presión que lleva a resultados.
Lección detrás del incidente: la delgada línea del trabajo de inteligencia
El origen del incidente se remonta al 25 de noviembre, cuando la SSPC reportó la desaparición de dos elementos que no llegaron a un operativo en Guadalajara. La dependencia detalló que realizaban labores de inteligencia e investigación de campo para desarticular células delictivas. La lección práctica que he atestiguado es clara: el trabajo de investigación policial en zonas calientes es un equilibrio constante entre la infiltración necesaria y la exposición mortal. El cambio de estatus a “no localizados” tras viajar en un vehículo oficial subraya un riesgo conocido: la logística y el movimiento deben ser tan dinámicos y discretos como la información que se busca. Su rescate es un triunfo humano y operativo, pero también un recordatorio crudo de los peligros cotidianos que enfrentan quienes trabajan en la primera línea contra el crimen organizado.
