La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Energía (SENER) emitieron una aclaración conjunta sobre la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicable a las gasolinas. Este ajuste, que responde al comportamiento inflacionario y entrará en vigor el 1 de enero de 2026, no se traducirá en incrementos en el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio. La precisión surge luego de que la publicación del factor de actualización en el Diario Oficial de la Federación generara dudas sobre su impacto en la economía familiar.
El mecanismo técnico establece que, a partir de la fecha señalada, la cuota del IEPS para la gasolina Magna se fijará en 6.7001 pesos por litro, mientras que para la gasolina Premium será de 5.6579 pesos por litro. Estas cifras representan la actualización del impuesto conforme a la ley, un proceso administrativo y fiscal que no altera la política de estabilización de precios vigente. Las dependencias enfatizaron que el ajuste al impuesto no afectará en ninguno de sus componentes la “Estrategia Nacional para Estabilizar el Precio de la Gasolina”, un pacto de coordinación con el sector privado.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como de Energía reafirman la vigencia de la Estrategia para Estabilizar el Precio de la Gasolina.
Un pacto voluntario con empresas para mantener el precio de la gasolina regular por debajo de los 24 pesos.
— Hacienda (@Hacienda_Mexico) December 27, 2025
Esta estrategia es un acuerdo voluntario con empresarios gasolineros cuyo objetivo central es mantener el precio de la gasolina regular, aquella con octanaje menor a 91, por debajo del umbral de 24 pesos por litro. En un comunicado, las secretarías fueron categóricas: “La actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios por inflación aplicable a dicho combustible, a partir del 1 de enero, no afectará la estrategia en ninguno de los elementos, ni se traducirá en incrementos en el costo final al consumidor”. Esto implica que cualquier variación en el componente fiscal será absorbida dentro del marco del pacto, sin trasladarse al precio de venta al público.
La arquitectura de este acuerdo de estabilización es resultado de una coordinación interinstitucional que involucra a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Comisión Nacional de Energía, el Servicio de Administración Tributaria, la Procuraduría Federal del Consumidor, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, y Petróleos Mexicanos. Su diseño busca equilibrar variables fiscales, de mercado y de protección al consumidor.
La amplia adhesión al pacto es un factor clave para su efectividad. En septiembre pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum reportó que el 98 por ciento de los gasolineros del país había renovado su compromiso con el acuerdo, garantizando así la continuidad de la política de techo máximo para la gasolina regular. Esta renovación refleja un consenso operativo entre la autoridad y el sector, asegurando que el mecanismo de actualización del IEPS, por sí mismo, no constituye una variable de presión alcista sobre los precios. El análisis técnico indica que la estrategia actúa como un amortiguador, aislando al consumidor final de las fluctuaciones puramente tributarias y manteniendo la previsibilidad en uno de los gastos más sensibles para la población.














