Asesinan al alcalde de Uruapan durante festival comunitario
MORELIA, Michoacán. Una pregunta crucial queda flotando en el aire después de la tragedia: ¿Qué fuerzas oscuras se atrevieron a atacar a un edil en plena luz pública, frente a su propia ciudadanía? El presidente municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, fue asesinado tras ser atacado a tiros la noche del sábado mientras inauguraba el Festival de Velas en la plaza principal, un evento masivo y tradicional. La investigación busca desentrañar si este fue un mensaje del crimen organizado o el resultado de tensiones políticas locales no resueltas.
El saldo de la agresión no se limitó al mandatario. Nuestra investigación confirma que también resultaron heridos el regidor Víctor Saladitas, una empleada de la administración municipal y un escolta personal del alcalde, lo que sugiere un operativo planeado para maximizar el caos y las víctimas.
Los informes preliminares, obtenidos de fuentes oficiales bajo condición de anonimato, revelan un escenario aterrador. Al inicio del evento, en medio de una multitud de miles de personas, dos sujetos armados abrieron fuego específicamente contra el edil independiente. La reacción del dispositivo de seguridad fue inmediata, pero las preguntas sobre su eficacia son inevitables. En el enfrentamiento subsiguiente, las fuerzas de seguridad lograron herir a uno de los agresores, quien presuntamente falleció durante su traslado a un nosocomio, y capturaron a un segundo sospechoso. ¿Quiénes eran estos individuos y quién los envió?
El personal de servicios médicos de emergencia brindó los primeros auxilios a las víctimas antes de su traslado urgente a un hospital de Uruapan. El estado del alcalde Manzo fue reportado como extremadamente crítico, con múltiples impactos de bala en diversas regiones de su cuerpo. Testimonios del personal sanitario describen también una condición delicada para el escolta y para el regidor Saladitas, quien habría recibido tres proyectiles.
Un dato que intensifica el misterio: horas antes del atentado, Manzo Rodríguez había realizado un recorrido por las arterias principales del centro de la ciudad, transmitiendo en vivo a través de sus redes sociales. Esta crónica en tiempo real, ahora revisada con lupa, plantea un interrogante siniestro: ¿Sus movimientos estaban siendo monitoreados por sus eventuales asesinos?
La reacción oficial no se hizo esperar. El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, condenó el ataque a través de sus cuentas en redes sociales y aseguró que los cuerpos de seguridad del estado ya se encontraban en la zona. “Condenamos enérgicamente el cobarde atentado en el que perdió la vida el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, por el cual ya se encuentran dos personas detenidas y una más abatida”, declaró el mandatario estatal. Añadió que el secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, y elementos de la Guardia Nacional estaban en el municipio coordinando las labores de seguridad. Sin embargo, la narrativa oficial deja más vacíos que certezas.
Balance Preliminar de una Noche Violenta
El ataque armado en el Festival de Velas de Uruapan dejó un trágico y revelador balance:
- Carlos Alberto Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, falleció en el hospital.
- Un escolta del edil se encuentra en estado muy grave.
- Una empleada municipal fue reportada en condición grave.
- Víctor Saladitas, regidor, resultó herido.
- Un presunto agresor fue abatido.
- Dos criminales fueron detenidos, uno de ellos herido.
La conclusión ineludible es que este episodio no es un hecho aislado, sino un síntoma profundo de la crisis de seguridad que carcome a la región. La audacia del ataque, ejecutado en un espacio público y festivo, no solo arrebató la vida a un servidor público, sino que buscó destruir la frágil sensación de seguridad de toda una comunidad. La verdad completa sobre los motivos y los autores intelectuales sigue oculta, esperando ser descubierta.
















