Asesinan al presidente del Módulo de Riego Taxtes en Sinaloa

Una Llamada que Todo lo Cambia

En esta región, una llamada anónima a los números de emergencia es, tristemente, una de las formas más comunes en las que nos enteramos de las tragedias. No es la prensa, no son los vecinos; es el anonimato, el miedo, el que da el primer aviso. Así sucedió en la comunidad de Alhuete, en el municipio de El Fuerte, donde ese llamado alertó sobre una camioneta abandonada que escondía una verdad brutal.

La víctima fue identificada como Francisco “N”, quien acababa de asumir la presidencia del Módulo de Riego Taxtes. He visto a lo largo de los años cómo estos puestos, que deberían ser sobre gestión de agua y agricultura, a veces se cruzan con intereses oscuros y disputas por el control de recursos. No es solo un cargo administrativo; en el campo sinaloense, puede convertirse en un foco de conflictos que escalan de manera trágica.

Los peritos de la Fiscalía General del Estado confirmaron lo que muchos ya temían: impactos de bala. El protocolo se activa de inmediato: el resguardo de la zona, el levantamiento del cuerpo, la necropsia de ley. Cada paso es meticuloso, pero también es un recordatorio de la frialdad con la que se cometen estos actos. El vehículo, una Tacoma gris, abandonada a un costado del libramiento, se convierte en otra escena del crimen que se suma a una lista demasiado larga.

Desde mi experiencia, estos hechos no son aislados. Reflejan una problemática más profunda que entrelaza la delincuencia organizada con la vida cotidiana y las estructuras comunitarias. La lección es clara: la violencia busca controlar, y cualquier posición de influencia, por pequeña que parezca, puede ser un blanco. La verdadera lucha no es solo por la justicia en este caso, sino por devolver la seguridad y la paz a las comunidades que merecen vivir sin el fantasma del miedo.