Ataque con drones y armas deja en llamas la casa de la alcaldesa de Queréndaro

La comunidad de Queréndaro, en Michoacán, fue escenario de un ataque coordinado con tecnología y violencia extrema: drones cargados con explosivos y fusiles de alto poder arrasaron la residencia de la alcaldesa Diana Caballero. Aunque no se reportaron víctimas mortales, el caos se apoderó de la zona cuando las llamas devoraron la vivienda y alcanzaron vehículos y un hotel adyacente. Testigos describieron escenas de terror, mientras autoridades estatales intentan contener una crisis de seguridad que ya ha cobrado vidas anteriores.

Según La Jornada, la edil había reubicado su domicilio a Morelia debido a constantes amenazas de muerte, pero su familia no escapó del ataque: bomberos rescataron a su madre del incendio. Medios locales revelan que el síndico municipal también sufrió vandalismo en su propiedad, en lo que parece una ofensiva selectiva contra figuras públicas.

Este episodio se suma a una ola de violencia impulsada por células criminales que operan con tácticas de guerrilla urbana. En febrero, tres policías murieron en un enfrentamiento, mientras agentes federales fueron torturados y abandonados. La región se debate entre la impunidad y la necesidad de estrategias innovadoras contra el crimen, que ahora incluye el uso de drones modificados como armas.

Mientras las autoridades minimizan detalles, la población exige soluciones ante una guerra silenciosa que redefine la inseguridad en el México contemporáneo.