La Auditoría que Desafía el Sistema: Más que un Error, un Síntoma de un Modelo Roto
Una investigación profunda de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno no solo confirma irregularidades; expone las grietas estructurales de un sistema de adquisiciones públicas anclado en el pasado. El caso de la Compra Consolidada de Medicamentos, un proceso vital que tuvo que ser reiniciado por orden presidencial, revela un patrón perturbador: funcionarios de Birmex autorizaron desembolsos sin transparencia y avalaron transacciones millonarias con sobreprecios a laboratorios farmacéuticos.
El informe técnico 2025-02-0IC-12-277-AAD-001, al que tuvo acceso este diario, es una radiografía de la inoperancia. Detalla 21 observaciones críticas, ninguna resuelta hasta la fecha, y descubre una trama de apariencias legales: la adjudicación de contratos a empresas que presentaron avales de compañías inhabilitadas. ¿Es esto simple negligencia o una ingeniería financiera diseñada para eludir controles?
Mientras las autoridades sanitarias aseguran que el abastecimiento de fármacos está garantizado, la auditoría pinta un cuadro distinto. Concluye que existió una falta flagrante de capacitación y un desconocimiento total de la normativa entre los servidores públicos involucrados. Este vacío de competencia tuvo un costo tangible: no se pudo garantizar que los fondos del erario se ejercieran con eficiencia, eficacia, economía y, sobre todo, con integridad.
Este escándalo va más allá de unos cuantos funcionarios. Nos obliga a preguntarnos: ¿y si el problema no son las personas, sino el proceso? ¿Qué pasaría si en lugar de solo auditar el pasado, implementáramos sistemas de compra basados en blockchain para una trazabilidad absoluta, o un modelo de adquisiciones abiertas y colaborativas donde la ciudadanía pueda auditar en tiempo real? La innovación disruptiva no es solo para startups tecnológicas; es la medicina más urgente para sanar un sistema de salud pública cuya credibilidad está en la unidad de cuidados intensivos.
