Una respuesta coordinada frente a la embestida criminal
Desde mi experiencia en el análisis de seguridad, he sido testigo de cómo los patrones se repiten. Primero, la Policía Municipal hace frente con los recursos limitados que tiene, una escena que he visto en otros municipios donde la valentía local es la primera línea de defensa. Minutos después, la llegada del Ejército Mexicano marca el punto de inflexión, una coreografía de respuesta que, con los años, se ha ido perfeccionando para repeler este tipo de ataques armados masivos. Me recuerda a operativos pasados en la misma Tierra Caliente, donde la clave siempre ha sido la rapidez y la contundencia para evitar que el pánico se propague.
La crónica de un enfrentamiento en territorio hostil
La ofensiva, concentrada en Presa de los Olivos y Cholula, no fue un hecho aislado. He aprendido que estos episodios, que suelen durar alrededor de una hora, son pruebas de fuerza calculadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación. La contención inicial por las autoridades civiles es fundamental para ganar tiempo, una lección que hemos pagado caro en el pasado. La posterior intervención castrense, con un despliegue táctico terrestre y aéreo, es el protocolo establecido para neutralizar la ventaja numérica y de poder de fuego de los agresores. El silencio sobre el saldo es, tristemente, una práctica común mientras se verifica la información en campo.
Medidas de protección y la voz de la comunidad
La decisión de suspender las clases en escuelas de todos los niveles es una medida de protección vital. He visto cómo, en situaciones similares, priorizar la integridad de los alumnos es lo único sensato; es una lección que quedó grabada tras incidentes anteriores donde la indecisión tuvo consecuencias trágicas. Lo más revelador, como suele ocurrir, son las grabaciones de los pobladores. Esas imágenes, tomadas con el valor que da la desesperación, son la evidencia más cruda del riesgo que se vive. No son solo videos; son un testimonio de la violencia que define el día a día en esa zona y un llamado de atención que no podemos ignorar.



















