Un operativo conjunto entre la Fiscalía de Quintana Roo y la Guardia Nacional desmanteló dos centros de explotación sexual en Cancún, liberando a 33 mujeres sometidas a condiciones de trata humana. La intervención, autorizada mediante órdenes judiciales, expone las brutales dinámicas de la economía clandestina que opera en pleno corazón turístico de México.
En el primer allanamiento, ejecutado en un bar de la Supermanzana 100, 16 sobrevivientes (13 mexicanas, 2 venezolanas y 1 argentina) revelaron el esquema de extorsión: cobraban $3,000 por servicios sexuales, entregando el 50% a sus captores. La segunda incursión, a pocas cuadras, descubrió a 17 mujeres (13 mexicanas, 2 colombianas, 1 venezolana y 1 hondureña) en situación similar, con tarifas de $2,000 sujetas al mismo régimen de esclavitud económica.
Las víctimas, forzadas a realizar bailes íntimos y consumo de alcohol con clientes, fueron trasladadas a instalaciones de la FGE para declarar ante el Ministerio Público. Sus testimonios alimentarán las investigaciones penales abiertas contra las redes criminales, mientras los inmuebles intervenidos quedaron bajo custodia oficial con sellos de aseguramiento.
Este caso evidencia la urgente necesidad de protocolos antifronterizos contra la trata, especialmente en destinos turísticos globales donde operan mafias transnacionales. Organizaciones civiles exigen mayor protección para migrantes vulnerables y la implementación de inteligencia artificial para rastrear patrones de explotación en plataformas digitales.
