De la Tragedia a la Resiliencia: Una Historia que Desafía el Destino
El 10 de septiembre, un giro en la carretera México-Puebla se convirtió en el epicentro de una catástrofe. Un tractocamión cisterna cargado con más de 49 mil litros de gas licuado de petróleo se volcó, desencadenando una explosión que segó la vida de más de 30 personas y alteró para siempre la realidad del Puente de la Concordia en Iztapalapa.
En medio del caos y la devastación humana, emergió una narrativa paralela de pura tenacidad vital. Cereza, una perra en estado de gestación, luchó por su supervivencia y la de su camada inminente contra un infierno de llamas. De esta lucha, solo un cachorro, al que llamarían Cerecito, emergió con vida. ¿Qué nos dice esta resistencia animal sobre la fuerza de la vida misma?
La organización Huellitas, amor sin fronteras, con sede en Ecatepec, se erigió como el baluarte de su recuperación. Tras 56 días de cuidados intensivos y atención veterinaria especializada, la clínica anunció que ambos canes están listos para ser dados de alta. Su recuperación no es solo un triunfo médico, sino un poderoso símbolo de esperanza que ha cautivado a la nación.
Un video compartido en la red social X muestra a los protagonistas de esta hazaña: Cereza con un atuendo de calabaza y Cerecito con la icónica imagen de Frankenstein, un guiño metafórico a su renacer de las cenizas. La institución reiteró su gratitud hacia la ciudadanía y extendió una invitación a continuar con el apoyo a través de donaciones, asegurando que cada contribución alimenta la esperanza para Cereza, Cerecito y otros seres vulnerables que aguardan una segunda oportunidad.
