A tan solo unos días de conmemorarse el Grito de Independencia, la tragedia ocurrida en Iztapalapa el pasado 11 de septiembre ha generado una fuerte discusión pública sobre la pertinencia de realizar las celebraciones patrias este año.
El accidente, provocado por la volcadura y explosión de una pipa de gas con capacidad de 49 mil 500 litros, dejó un saldo devastador: 14 personas fallecidas y más de 90 lesionados, muchos de ellos con quemaduras de segundo y tercer grado. Hasta la mañana de este 15 de septiembre, las autoridades reportaron 39 pacientes hospitalizados y 30 más dados de alta.
Las desgarradoras imágenes del estallido, que circularon en redes sociales, impactaron a la opinión pública y dieron pie a un clamor colectivo: cancelar las verbenas patrias y destinar el presupuesto a la atención de las víctimas y sus familias. “México no tiene nada que festejar”, escribieron usuarios, quienes llamaron a guardar luto nacional en memoria de los afectados.
La ciudadanía ha insistido en que el dinero destinado a artistas, escenarios y fuegos artificiales sea redirigido a hospitales y medicamentos para los sobrevivientes, muchos de los cuales continúan en estado crítico. “El pueblo necesita medicinas, no gritos”, se lee en una de las múltiples publicaciones que han circulado.
La ola de mensajes ha cobrado fuerza en distintas plataformas digitales, donde miles de usuarios exigen que las autoridades atiendan esta petición como un acto de respeto y solidaridad. Incluso, algunos convocan a la población a no asistir a los festejos en caso de que estos no se cancelen.
Frente a este clamor ciudadano, la alcaldía Iztapalapa confirmó la suspensión de las verbenas y anunció que únicamente se llevará a cabo una ceremonia cívica “sobria”, sin espectáculos masivos. La decisión fue calificada como un gesto de sensibilidad hacia las víctimas, aunque el debate permanece abierto a nivel nacional.
La magnitud de la emergencia obligó a la movilización de por lo menos once hospitales principales de la capital y del Estado de México, incluyendo el Balbuena, Belisario Domínguez, Rubén Leñero, La Magdalena de las Salinas, el IMSS Zaragoza y el Instituto Nacional de Rehabilitación. Todos se encuentran trabajando al límite de su capacidad para atender a los lesionados.
Entre los hospitalizados se encuentra Fernando Soto Munguía, de 53 años, conductor de la pipa, quien resultó con quemaduras graves y fue trasladado del IMSS Victoria de la Fuente al Hospital Magdalena de las Salinas para recibir atención especializada.
La tragedia de Iztapalapa ha dejado una huella de dolor profundo y un llamado urgente a la reflexión: mientras el país se prepara para celebrar su independencia, miles de voces piden transformar el júbilo en solidaridad y el festejo en luto, como muestra de respeto a las víctimas y sus familias.
AGENCIAS