Civiles armados atacan a policías cerca de hospital en Culiacán

Foto: El Universal

¿Quiénes están detrás del ataque y por qué escaparon sin consecuencias?

CULIACÁN, Sin. — En un hecho que expone la vulnerabilidad de las fuerzas de seguridad en la capital sinaloense, civiles fuertemente armados emboscaron a agentes de la Policía Estatal Preventiva y Municipal cerca del Hospital General IMSS-Bienestar, en el sector Los Ángeles. Aunque las autoridades aseguran que ningún elemento resultó herido, las preguntas sobre la eficacia del operativo persisten.

Fuentes cercanas a la investigación revelaron que los agresores, cuyo número y afiliación permanecen en la sombra, actuaron con precisión militar antes de evaporarse en la zona nororiente de la ciudad. ¿Fue esto un mensaje coordinado? ¿O simplemente otro episodio de la violencia crónica que azota la región?

Respuesta tardía y operativo fallido

El llamado de auxilio de los policías atacados movilizó a unidades combinadas del Ejército, Guardia Nacional y fuerzas estatales, pero el rastreo no arrojó detenciones. Testigos entrevistados describieron escenas de caos: “Escuchamos disparos, luego solo silencio. Nadie los detuvo”, afirmó un vecino bajo condición de anonimato.

Documentos internos a los que este medio tuvo acceso muestran que el área había sido marcada como “zona de riesgo moderado” en reportes previos. ¿Por qué entonces no había refuerzos preventivos? La Secretaría de Seguridad Pública estatal se limitó a confirmar el incidente en un escueto comunicado, omitiendo detalles clave sobre las armas utilizadas o posibles cámaras de vigilancia.

Patrón preocupante

Este ataque se suma a una serie de incidentes similares en los últimos seis meses donde grupos armados han desafiado abiertamente a las autoridades en Culiacán. Analistas consultados sugieren que podría tratarse de una estrategia para probar los tiempos de respuesta o marcar territorio.

Mientras las versiones oficiales insisten en que “la situación está controlada”, residentes del área expresan escepticismo: “Saben que volverán, y nosotros seguiremos atrapados en medio”, confesó una enfermera del hospital cercano.

La única certeza en este laberinto de incógnitas: la violencia en Sinaloa sigue escribiendo su guion con sangre e impunidad.