Las comunidades de Santa Cruz, Nunkiní y Tepakán, en el municipio de Calkiní, han decidido suspender la ceremonia del Grito de Independencia y todas las actividades conmemorativas del 16 de septiembre.
Esta determinación surge como un acto de duelo colectivo y respeto hacia las víctimas fatales del devastador siniestro ocurrido el pasado sábado en la carretera Mérida-Campeche, que cobró la vida de 16 personas originarias de estas localidades.
Las autoridades comunitarias de Tepakán emitieron un comunicado oficial anunciando la cancelación de la Noche Mexicana y la ceremonia cívica. De manera paralela, en Nunkiní, se tomó la misma medida como un gesto de responsabilidad y solidaridad, suspendiendo toda la programación festiva del aniversario patrio.
La magnitud de esta tragedia ha generado una ola de consternación en estas poblaciones de Campeche, donde las víctimas eran individuos profundamente valorados y respetados en el tejido social.
Último adiós a las víctimas
En medio de un clima de profundo dolor, residentes de Hecelchakán, Calkiní y Becal realizaron las honras fúnebres de las personas fallecidas en el accidente de la vía Mérida-Campeche, a la altura del municipio de Kopomá.
En la comunidad de Santa Cruz, Hecelchakán, la maestra Mayra Magdalena Simá Ayil y su hija Gretel Katalena López Simá recibieron sepultura tras una misa de cuerpo presente oficiada por el presbítero Aurelio Jiménez Guevara.
Gretel Katalena, de 10 años, se desempeñaba como monaguillo en la parroquia de San Francisco de Asís y era alumna de la Escuela Primaria “Justo Sierra Méndez”. Su madre, la maestra Mayra Magdalena, era educadora dentro del sistema de educación indígena en la comunidad de San Vicente Cumpich.
Durante la ceremonia de despedida, un grupo de monaguillos liberó globos blancos y ofreció un minuto de aplausos, simbolizando la luz y alegría que ambas transmitieron en vida.
En Calkiní, colegas taxistas y familiares rindieron homenaje a Russel Estrada, de 50 años, quien perdió la vida al interior de la unidad de transporte al momento de la explosión. En un acto cargado de unidad, sus compañeros de trabajo lo despidieron no solo como a un colega, sino como a un amigo invaluable.
Rigoberto Cruz, originario de Becal y también víctima del suceso, era una figura muy apreciada en su comunidad. En plataformas digitales, se multiplicaron los mensajes de condolencia: “Acompañamos a su familia en este dolor inmenso. No hay palabras para aliviar esta pérdida, pero sí nuestra oración sincera para que encuentren fortaleza”, expresaron.
Proceso de identificación e investigación
La Fiscalía del Estado de Yucatán informó que, hasta la tarde de este lunes, se han logrado identificar y entregar 11 cuerpos. El equipo de genética del Instituto de Ciencias Forenses realiza pruebas de ADN para la identificación de las otras cinco personas, cuyos restos se encuentran calcinados.
La investigación para el deslinde de responsabilidades legales continúa en curso. Entre las víctimas confirmadas se encuentran dos mujeres yucatecas, Andrea Cámara Heredia y Karina Medina Ramírez, ambas de Mérida.
La secretaria de Gobierno de Campeche, Eliza Hernández Romero, precisó que los fallecidos eran originarios de Calkiní, Becal, Pucnachén, Nunkiní, Tinún y Hecelchakán.