Emergencia ambiental en la Mixteca: el fuego desafía a la autoridad
Habitantes de la nación Triqui alertan sobre un incendio forestal de alta severidad que se expande sin contención en la frontera biocultural entre Yutazani Copala y El Manzanal, en el municipio de Santiago Juxtlahuaca, Oaxaca. La crisis, que ya cumple más de 72 horas, amenaza el ecosistema y exige una intervención inmediata de los cuerpos de emergencia.
“Requieren el despliegue urgente de brigadas especializadas y protocolos de protección civil. El frente de llamas gana terreno hora tras hora y nuestros esfuerzos son insuficientes. Necesitamos refuerzos ya”, exigen las familias que llevan dos jornadas en la primera línea de combate, ejerciendo una guardia comunitaria ante la inacción institucional.
Hasta el cierre de este 24 de diciembre, ni la administración municipal ni el ejecutivo estatal han confirmado la activación de un operativo coordinado con las comunidades originarias de la zona para sofocar las llamas, un vacío de gobernanza que agrava la catástrofe.
Oaxaca en la mira de la crisis climática
El estado se posiciona recurrentemente entre los más impactados por conflagraciones de masa forestal. Datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) revelan que, en la semana del 12 al 18 de diciembre, Oaxaca, junto con Michoacán y la Ciudad de México, concentraron el 100% del área quemada a nivel nacional, con 20 hectáreas de bosque degradado solo en territorio oaxaqueño.
En el acumulado anual, la entidad ocupa el séptimo lugar nacional en superficie de vegetación ignívula afectada, con un devastador saldo de 6,956 hectáreas, según el registro de la Conafor. Esta cifra solo es superada por Guerrero, Sinaloa, Jalisco, Tamaulipas, San Luis Potosí y Zacatecas, evidenciando una emergencia nacional de biodiversidad.
Respuesta fragmentada en un territorio en llamas
Mientras una crisis se desata en Juxtlahuaca, la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) reporta acciones en otro frente. La brigada La Merced del Potrero atendió un siniestro en Santiago Astata, en los parajes La Colorada y El Copil, que se encuentra en fase de control y liquidación. La Coesfo hizo un llamado a sumarse de manera organizada y segura a las labores, un protocolo que contrasta con la descoordinación reportada en la región Triqui, donde la ciudadanía actúa sin el respaldo logístico y tecnológico necesario en la era de la geolocalización y los drones de vigilancia ambiental.









