La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, junto con representantes de la agroindustria y cadenas de autoservicio, formalizó la renovación del Paquete Contra la Inflación y la Carestía, conocido como Pacic. Este acuerdo garantiza que el precio máximo de la canasta básica, compuesta por 24 productos de primera necesidad, se mantendrá en 910 pesos durante los próximos seis meses.
El acto, realizado en Palacio Nacional, refuerza una política pública que busca proteger directamente el poder adquisitivo de las familias, especialmente aquellas con menores recursos económicos. Durante su intervención, la mandataria enfatizó la importancia estratégica de esta colaboración público-privada. Subrayó que mantener esta alianza es fundamental mientras se continúa con la política de incrementar el salario mínimo por encima de la inflación.
Sheinbaum recordó que, desde 2018, el salario mínimo ha registrado un aumento del 125 por ciento en términos reales, un factor que, según evidencias, ha contribuido directamente a la reducción de los índices de pobreza en el país. Esta combinación de medidas, sostuvo, representa el mejor mecanismo para beneficiar la economía familiar. Por su parte, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, presentó un análisis detallado del impacto del Pacic.
Destacó que la medida ha demostrado ser una herramienta eficaz para contener la presión inflacionaria sobre los productos esenciales. Según los datos oficiales, mantener el precio fijo de la canasta durante el último año ha resultado en una reducción real del 3.4 por ciento en su costo para los consumidores. Este resultado se enmarca en un escenario donde la inflación promedio de los primeros diez meses del año es la más baja registrada desde 2022, cuando el acuerdo fue implementado por primera vez.
La estructura del pacto renovado involucra a veinte empresas productoras y doce cadenas comerciales, que se comprometen a no incrementar los precios de los productos pactados. Este mecanismo de contención no solo busca ofrecer un alivio inmediato a los bolsillos de los ciudadanos, sino también generar certidumbre en la economía doméstica. La continuidad del programa se consolida así como un eje estable dentro de la política económica actual.
Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, fue el encargado de expresar la postura del sector privado. Al ratificar el convenio, los empresarios mexicanos reafirmaron su convicción en que el diálogo permanente con el gobierno es la vía para construir soluciones que fortalezcan la prosperidad compartida. Esta postura refleja un reconocimiento de la corresponsabilidad del sector productivo en la estabilidad macroeconómica y el bienestar social.
La renovación del Pacic se presenta en un contexto económico que la administración federal califica como favorable, citando incrementos en la inversión extranjera directa y en las exportaciones. La continuidad de este paquete se perfila no solo como una medida de control de precios, sino como un componente integral de una estrategia más amplia que combina disciplina fiscal, incremento salarial y acuerdos comerciales.
El éxito de esta política a lo largo de varios periodos de renovación sugiere que se ha institucionalizado como un instrumento clave para la gestión de la inflación en México, estableciendo un precedente notable de coordinación entre el Estado y los agentes económicos privados.

















