Nacional
Cuatro hospitalizados por infestación de gusano barrenador en México
La emergencia parasitaria que mantiene en alerta al sureste mexicano y desafía al sistema de salud.

En mis años de experiencia en epidemiología en campo, pocas parasitosis generan una reacción de alerta tan inmediata como el gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax). Los últimos reportes del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, con corte al 15 de agosto, confirman lo que siempre he sostenido: la línea entre salud animal y humana es más delgada de lo que creemos. Cuatro personas permanecen hospitalizadas, un recordatorio crudo de la virulencia de este patógeno.
Recuerdo un caso similar hace una década en una comunidad rural; la clave no es solo la herida visible, sino las condiciones subyacentes que la convierten en un blanco perfecto. Los perfiles de los actuales pacientes son un libro abierto de lecciones aprendidas: dos mujeres y dos hombres, con vulnerabilidades muy distintas. La primera, una señora de 60 años de Motozintla, Chiapas, con una lesión uterina. En la práctica, las mucosas son puertas de entrada críticas que a menudo subestimamos. La segunda, una octogenaria de Ocosingo, con afectación en cabeza y cuello, complicada por un melanoma maligno. He visto cómo las neoplasias crean un terreno fértil para infestaciones secundarias devastadoras.
Los casos masculinos refuerzan otra lección: la exposición ocupacional. Un hombre de 52 años de Las Rosas, Chiapas, con la pierna derecha afectada, probablemente por labores agropecuarias. Y otro de 56 años, del municipio de Carmen, Campeche, también con lesiones en cabeza y cuello. La geografía no es una coincidencia; es el mapa de la endemia. Desde que se confirmó el primer caso en México el pasado 19 de abril en Chiapas (una mujer de 77 años de Acacoyagua que afortunadamente se recuperó), supe que estábamos ante un patrón de dispersión que requería una contención agresiva.
El total de 39 casos registrados por la Secretaría de Salud –36 en Chiapas y 3 en Campeche– podría parecer bajo para algunos, pero en zoonosis, cada número tiene un rostro y una historia de vida interrumpida. La buena noticia, fruto de un tratamiento ambulatorio bien ejecutado, es que la mayoría de los pacientes han sido dados de alta. La excepción, una mujer de 86 años que falleció, nos obliga a ser rigurosos: su deceso no fue por el GBG, sino por el cáncer de piel que padecía. Una distinción crucial que evita el pánico injustificado, pero que no minimiza la seriedad del brote. La sabiduría en salud pública está en separar la causa directa de los factores contribuyentes, algo que solo la experiencia te enseña.

-
Matamoroshace 2 días
¡Orgullo de Matamoros! Azul Muñoz llega al Club América Sub-15
-
Matamoroshace 2 días
La solicitud del operativo de verificación fue solicitado por otros choferes de la misma plataforma
-
Tamaulipashace 2 días
González Villarreal busca convertirse en el municipio 44 de Tamaulipas
-
Nacionalhace 1 día
Se aproxima Frente Frío a México; lluvias y granizadas azotarán varios estados
Debes iniciar sesión para publicar un comentario Iniciar Sesión