Cuatro implicados en el asesinato de colaboradores de Brugada en CDMX

La investigación sobre el brutal homicidio de dos altos colaboradores de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ha tomado un giro revelador. Fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) confirmaron a este medio la participación de al menos cuatro individuos en el ataque cuidadosamente planeado.

¿Qué conexiones ocultas vinculan a este cuarteto criminal? Pablo Vázquez, titular de la SSC, reveló que los sospechosos huyeron hacia el Estado de México después del ataque. Pero las preguntas persisten: ¿Se trató realmente de un ajuste de cuentas contra el gobierno local, como sugieren algunas fuentes?

Documentos obtenidos en exclusiva muestran que los investigadores han identificado tres vehículos vinculados a la fuga: una motocicleta Bajaj, una SUV Nissan Kicks y un tercer automóvil cuyo modelo aún no se ha hecho público. ¿Por qué tanta logística para un crimen que, según testigos, fue ejecutado por un solo tirador profesional?

El modus operandi del atacante principal resulta particularmente inquietante. Según reconstrucciones policiales, el sicario llegó 20 minutos antes, esperó pacientemente a sus víctimas -a quienes claramente identificó- y actuó sin protección balística visible. ¿Cómo obtuvo información tan precisa sobre los movimientos de las víctimas?

Ximena Guzmán Cuevas, secretaria particular de Brugada con 16 años de servicio, y José Muñoz Vega, considerado la “mano derecha” de la funcionaria, fueron emboscados en la Calzada de Tlalpan. Testimonios recabados por este medio sugieren que el ataque ocurrió justo cuando Muñoz iba a abordar el Audi Q2 conducido por Guzmán.

Las evidencias encontradas en el Barrio La Asunción, en Iztacalco -incluyendo un chaleco verde abandonado- plantean nuevas interrogantes. ¿Estamos ante una célula criminal profesional o existe la posibilidad de infiltración en círculos gubernamentales? La investigación continúa, pero una cosa es clara: este crimen ha expuesto vulnerabilidades alarmantes en la seguridad de funcionarios públicos.