Cuidadores disfrazados rehabilitan osezno huérfano con técnicas innovadoras

Autumn Welch, especialista en rehabilitación de fauna, viste un traje de oso para interactuar con un osezno huérfano de 5.4 kg, utilizando métodos pioneros que simulan comportamientos naturales. Este protocolo, desarrollado por la Sociedad Protectora de Animales de San Diego, busca preparar al cachorro para su eventual reintegración al ecosistema.

El ejemplar fue rescatado en abril en el Bosque Nacional Los Padres (California), desnutrido y sin rastro de su madre. El equipo emplea herramientas disruptivas: un oso de peluche como figura materna, alimentos escondidos en árboles para estimular sus instintos, y prendas impregnadas con aromas de su especie. “Queremos que desarrolle habilidades de supervivencia, no dependencia humana”, explica Welch.

Los avances son prometedores: el osezno ya excava en busca de insectos y descansa en ramas, conductas típicas de su especie. Su peso se cuadruplicó gracias a una dieta controlada con hierbas silvestres y proteínas. La tecnología juega un rol clave: cámaras monitorean su progreso sin interferir, mientras algoritmos analizan patrones de comportamiento para ajustar el programa.

Este caso forma parte de una tendencia global en conservación. En Virginia, centros similares usan realidad virtual y biomímica para rehabilitar zorros. “La pandemia aceleró la adopción de estas metodologías”, señala Welch. Aunque faltan estudios a largo plazo, tres coyotes criados con esta técnica ya fueron liberados exitosamente.

El desafío ahora es escalar el modelo. La institución está creando un banco de máscaras hiperrealistas mediante impresión 3D, y colabora con biólogos de IA para optimizar los protocolos. “Cada especie requiere un enfoque único. Hoy trabajamos con osos, pero mañana podríamos aplicarlo a jaguares o linces”, concluye la especialista.