Detienen a excomisario de Hermosillo por presuntas violaciones a derechos humanos

En un giro que expone las grietas del sistema de seguridad en Sonora, Manuel Emilio Hoyos Díaz, excomisario de Seguridad Pública de Hermosillo, fue arrestado este jueves en un operativo coordinado entre la Fiscalía estatal y la Marina. ¿Qué llevó a las autoridades a actuar ahora, meses después de su polémica renuncia?

La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJES) ejecutó seis órdenes de aprehensión contra Hoyos Díaz y otros agentes, vinculados a denuncias por violaciones a derechos humanos. Fuentes cercanas al caso revelan que las pesquisas se centran en el traslado forzado de personas en situación de calle durante las Fiestas del Pitic 2025, un episodio que hasta hoy permanecía en la opacidad.

Mientras la FGJES se limita a confirmar “delitos relacionados con abuso de autoridad”, documentos obtenidos por este medio muestran que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) acumuló múltiples quejas por detenciones arbitrarias y maltrato sistemático. “No fueron casos aislados”, advierte un funcionario bajo condición de anonimato.

El operativo incluyó un cateo en su residencia del fraccionamiento Monterrosa, donde se habrían hallado documentos comprometedores. ¿Pruebas de encubrimiento institucional? Las versiones extraoficiales apuntan a que su salida en junio —tras el arresto de dos subordinados— fue solo la punta del iceberg.

Hoyos Díaz, quien fungió como director del Observatorio Ciudadano de Seguridad antes de comandar la Policía Municipal, mantuvo un perfil público como garante del orden. Sin embargo, testimonios de víctimas recabados por esta investigación pintan otro panorama: redadas nocturnas, traslados ilegales a Navojoa y un patrón de impunidad.

Con el caso ahora en tribunales, una pregunta queda flotando: ¿cuántos más dentro de la corporación conocían estos hechos? La Fiscalía promete “ampliar información”, pero los familiares de las víctimas exigen respuestas inmediatas. Este arresto podría ser solo el primer paso para destapar una red de complicidades enquistada en las fuerzas de seguridad sonorenses.