La Justicia Alcanza a una Profuga Tras una Década
La noticia de la detención de Sandra Lucía Téllez Nieves en Hermosillo resuena como un eco de una de las tragedias más dolorosas en la historia reciente de México. Pero, ¿su captura marca el final de la búsqueda de justicia o simplemente cierra un capítulo de impunidad que se prolongó durante años?
Según informó la Fiscalía, Téllez, una de las copropietarias de la Guardería ABC, fue aprehendida tras ser deportada desde Estados Unidos. La pregunta que surge de inmediato es: ¿cómo logró evadir durante tanto tiempo una condena de 28 años de prisión por su responsabilidad en el incendio de 2009 que segó la vida de 49 infantes?
La investigación revela que, a través de una serie de amparos y apelaciones, su sentencia original fue reducida de manera drástica a apenas cinco años y siete meses, un hecho que por sí solo invita a cuestionar la eficacia del sistema judicial. Desde su condena en 2016, su rastro se había perdido, hasta que fue arrestada en Eloy, Arizona el pasado mes de agosto.
¿Qué nuevas pistas podrían revelar los documentos de su caso de asilo político, que solicitó sin éxito? La propia Presidenta, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno solicitaría la extradición, un movimiento que subraya la presión política y social por hacerla enfrentar a la justicia mexicana. Sheinbaum aseguró respaldar a las familias, pero ¿es suficiente un respaldo declarativo para sanar heridas tan profundas?
El testimonio del colectivo Manos Unidas por Nuestros Niños es crucial. Su celebración por la captura viene acompañada de una afirmación contundente: “Es culpable del delito de homicidio culposo y no una perseguida política”. Esta declaración desmonta directamente la narrativa que sus abogados intentaron posicionar en los tribunales estadounidenses, planteando una lucha entre la justicia penal y la estrategia legal de la defensa.
Al profundizar en las causas del siniestro, la investigación periodística descubre que la tragedia no fue un simple accidente. El incendio, que inició en una bodega contigua, se propagó a la guardería que incumplía normas básicas de seguridad: salidas de emergencia bloqueadas, falta de medidas contra incendios y techos construidos con material flamable. Cada uno de estos puntos no son simples detalles; son evidencias de una negligencia criminal.
La revelación final es que la detención de Téllez, si bien es un paso significativo, también expone las fallas sistémicas que permitieron que una condena se redujera y que la responsable permaneciera prófuga durante años. Este caso no se trata solo de una persona que enfrenta a la justicia, sino de una lucha continua por la memoria de los 49 niños y la exigencia de que la impunidad no tenga la última palabra.