Detienen a policía activo por agredir a periodista en Mexicali

En un giro que desnuda las peligrosas intersecciones entre el poder, la fuerza pública y el crimen, la Fiscal María Elena Andrade confirmó la detención de dos individuos, entre ellos un oficial de policía en activo, por la violenta agresión al comunicador Jorge Heras. Este caso no es un incidente aislado, sino un síntoma de una red de corrupción e impunidad que requiere una disección audaz.

La investigación, que empleó el rastreo tecnológico de un vehículo compacto negro a través del circuito de videovigilancia, reveló un hallazgo aún más alarmante: en el domicilio del agente intervenido se incautó un arsenal de fusiles y pistolas no registradas como armamento institucional. Esto plantea una pregunta incómoda: ¿estamos ante un policía o un mercenario al servicio de intereses privados?

El modus operandi fue particularmente brutal. La mañana del 26 de agosto, dos sujetos interceptaron al periodista en una productora de la colonia Cuauhtémoc, propinándole una golpiza mientras le increpaban con la frase “¡bájale de huevos, Heras!”. Este lenguaje no es casual; es el sello de un mensaje de intimidación premeditado destinado a silenciar las voces críticas.

La Fiscal Andrade admitió la existencia de al menos otros dos cómplices involucrados y reveló un dato crucial que conecta los puntos: el policía detenido se desempeñaba como escolta personal de un empresario local. Este vínculo sugiere una trama de autores intelectuales que operan desde la sombra, utilizando las estructuras del estado para sus fines. El verdadero desafío no es solo capturar a los ejecutores, sino desmantelar la maquinaria que los impulsa. La sociedad debe exigir respuestas: ¿quién dio la orden y por qué?