Tras el telón del éxito: una investigación sobre el verdadero impacto de El Buen Fin
La narrativa oficial celebra un nuevo triunfo. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) proclama que la decimoquinta edición de El Buen Fin permitió a ocho de cada diez establecimientos incrementar sus ingresos. Pero, ¿qué se esconde detrás de estas cifras aparentemente positivas? Una mirada más profunda revela un panorama fragmentado y plantea preguntas incómodas sobre la distribución real de los beneficios.
Los números oficiales frente a la realidad de los registros
Según el sondeo del organismo, un 71% de las empresas calificó los resultados como buenos o excelentes. Sin embargo, los datos de participación cuentan una historia diferente. De los 215,988 negocios que se sumaron a la promoción, solo un 41% logró concluir su registro en la plataforma oficial. Otro 37% participó activamente, pero sin una inscripción formal completa. Esto nos lleva a cuestionar: ¿están siendo contabilizados todos los participantes en las estadísticas finales de éxito, o solo aquellos que superaron las barreras burocráticas?
La concentración del poder comercial y la participación estatal
La investigación revela una clara división en el origen de las ventas. Un abrumador 64% de las transacciones se registró en grandes cadenas de autoservicio y tiendas departamentales, dejando solo un 36% para los negocios locales y las empresas familiares. Esta disparidad suscita dudas sobre quiénes son los verdaderos ganadores del evento. Los sectores más activos fueron el comercio minorista, con el 68% de la actividad, y el turismo y servicios, con un 12% adicional.
La participación geográfica también muestra una marcada concentración. Los estados de Veracruz, Tamaulipas, Estado de México y Ciudad de México acapararon más del 54% de la participación. Si bien se observó un crecimiento en entidades como Querétaro, Campeche, Nayarit y San Luis Potosí, la brecha regional permanece como un tema pendiente.
La perspectiva desde el liderazgo y las preguntas sin responder
Para el presidente de la Confederación, Octavio de la Torre de Stéffano, “El Buen Fin es una iniciativa que beneficia a las personas que todos los días levantan la cortina”. Esta declaración, aunque inspiradora, contrasta con los hallazgos de nuestra investigación. Si solo cuatro de cada diez negocios completaron su registro, ¿están las micro y pequeñas empresas, el corazón de la economía local, recibiendo el apoyo prometido?
La conclusión de esta indagación periodística es clara: detrás del optimismo publicitado, El Buen Fin 2025 presenta un éxito desigual. Mientras las grandes cadenas consolidan su dominio, una parte significativa de los pequeños comerciantes lucha por navegar los requisitos del programa. La promesa de un impulso generalizado al comercio formal y las economías comunitarias requiere una revisión más crítica y una mayor transparencia en la rendición de cuentas.

















