La crisis climática redefine el futuro económico de México
México se enfrenta a una potencial contracción de su Producto Interno Bruto del 24% durante el actual sexenio como consecuencia directa de la crisis climática, alertó Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM. En un escenario de inacción climática, los costos económicos acumulados equivaldrían a perder entre dos y más de nueve veces el valor total de la economía mexicana de 2024, según el análisis del especialista.
Transición urgente: del diagnóstico científico a la acción disruptiva
Tras la COP 30 en Brasil, la comunidad científica de la UNAM exige un cambio de paradigma: implementar políticas públicas transformadoras, movilizar financiamiento verde y activar la participación ciudadana mediante plataformas digitales. Michel Grutter de la Mora, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), manifestó la frustración del ecosistema académico nacional ante la lentitud de la gobernanza climática global y el crecimiento imparable de las emisiones de carbono.
Estrada Porrúa destacó que el PINCC y el ICAyCC colaboran con la administración federal en 11 mesas de trabajo especializadas que abordan sistemas complejos como huella de carbono, economía circular, seguridad hídrica, agricultura regenerativa, resiliencia ante sequías, salud pública, biodiversidad y gestión de inundaciones. Los modelos científicos indican que el cumplimiento global de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) podría reducir aproximadamente 26% los impactos más severos del calentamiento global.
Ecosistema científico como catalizador del cambio sistémico
Los expertos enfatizaron el rol estratégico de las instituciones de educación superior como motores de innovación para fortalecer la política climática nacional y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Amparo Martínez Arroyo subrayó la necesidad de un multilateralismo renovado y de mecanismos de financiamiento climático escalables para enfrentar un fenómeno que trasciende fronteras. Carlos Gay García señaló que, tres décadas después de la primera Cumbre del Clima, los desafíos persisten, requiriendo México una aceleración masiva en inversión en tecnologías limpias y adaptación climática.
El consenso científico apunta a que la evidencia mexicana puede servir como puente crítico entre compromisos y implementación, advirtiendo que lo que está en juego trasciende los objetivos ambientales: se trata del contrato social futuro y la estabilidad económica nacional. La ventana de acción se estrecha rápidamente, y sin medidas urgentes y transformadoras, las pérdidas económicas y los impactos socioambientales podrían alcanzar proporciones catastróficas para las próximas generaciones.















