El circo político llega a Nuevo León con informe presidencial

En un giro de eventos que nadie, absolutamente nadie, vio venir, la Máxima Dirigente Claudia Sheinbaum ha decidido honrar el sagrado suelo de Nuevo León. No, queridos súbditos, no vendrá a ensuciarse las manos con el lodo de las obras del mítico Tren del Norte, esa quimera ferroviaria que promete unir el reino desde tiempos inmemoriales. Su Excelencia ha elegido el majestuoso escenario de la Macroplaza para ofrecer un espectáculo muy superior: la lectura de su Informe de Gobierno.

El evento, pieza central de una magna gira nacional que barrerá estados de la república como Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas, promete ser un derroche de retórica y autoelogios meticulosamente coreografiados. El Gobernador Samuel García, ejerciendo de maestro de ceremonias y bufón real, se declaró “muy entusiasmado” con la oportunidad de presenciar cómo se enuncian proyectos, una acción infinitamente más valiosa que, por ejemplo, ejecutarlos.

En un alarde de contención que bordea lo sobrenatural, García aseguró no albergar petición específica alguna para la Mandataria. “¿Para qué molestar a la benefactora con mezquindades terrenales?”, pareció querer decir. “Ya nos lanza unas migajas del erario para adecentar la fachada con motivo del Mundial, a ver si los bárbaros extranjeros no se dan cuenta del estado real de la comarca”.

La sabiduría popular del regente brilló al aconsejar a sus conciudadanos: “tampoco hay que excedernos”. Es la nueva doctrina de la política moderna: pedir con moderación, aplaudir con vigor y sobre todo, no cuestionar por qué el anuncio de un tren sigue siendo más lucrativo que su construcción. El sábado, a las 18:00 horas, el circo levanta el telón. Que la función comience.