El Estado decreta el frío con burocrática precisión invernal
En un despliegue de eficacia sin precedentes, el Gran Ministerio de lo Obvio ha confirmado mediante comunicado oficial que el frente frío número 13 iniciará su retirada estratégica justo cuando el frente frío 14 avance con precisión militar hacia el noroeste del territorio nacional. La transición entre masas gélidas se realizará con la puntualidad característica de nuestra burocracia invernal.
El oráculo meteorológico ha vaticinado precipitaciones torrenciales en el sur de Quintana Roo, mientras que otras regiones recibirán lo que los técnicos denominan “llovizna testimonial”. La distribución hidrometeorológica sigue el mismo patrón de desarrollo equitativo que caracteriza a la república: algunos estados recibirán diluvios bíblicos, mientras otros serán rociados con la parsimonia de un funcionario midiendo recursos.
Las consecuencias naturales de nuestra indiferencia colectiva
Las lluvias podrían provocar deslaves de conciencia, crecida de indiferencia ciudadana e inundaciones de discursos vacíos en zonas bajas del debate público. Mientras tanto, las ráfagas de viento amenazan con derribar no solo árboles, sino también las frágiles estructuras de nuestra memoria colectiva respecto a desastres pasados.
En un acto de previsión extraordinaria, el gobierno recomienda a la navegación menor —esa metáfora perfecta del ciudadano común— que extreme precauciones ante el oleaje de tres metros de altura y los vientos de hasta cincuenta kilómetros por hora de realidad incómoda.
El termostato nacional como ejercicio de planeación central
El descenso térmico ha sido minuciosamente planificado por nuestros sabios burócratas, quienes han determinado que las temperaturas oscilarán entre los -10 grados de esperanza y los -5 grados de realidad en las altas cumbres del poder. Las montañas de Coahuila y Zacatecas experimentarán el mismo frío que congela las iniciativas legislativas en el congreso nacional.
Frente a este escenario gélido, la población ha recibido la innovadora recomendación de abrigarse —una revolucionaria técnica de supervivencia que el ciudadano común jamás habría imaginado sin la guía experta del aparato estatal.
La coreografía perfecta de los frentes fríos numerados
El frente frío número 14 ingresará al país con la solemnidad de un visitante distinguido, acompañado por su comitiva de vaguadas polares y ciclones de altura. Su agenda incluye generar condiciones para la caída de nieve o aguanieve en zonas montañosas, así como el descenso abrupto de la fe en las soluciones mágicas.
Mientras los termómetros marcan cifras cada vez más gélidas, los ciudadanos podemos consolarnos sabiendo que al menos el frío llega numerado, clasificado y debidamente protocolizado por las instituciones que tan cálidamente nos gobiernan.




















