El eterno retorno de la solución militar en Michoacán

El Gran Teatro de la Seguridad Nacional

En un acto de deslumbrante originalidad que dejó atónita a la república, el sagrado consejo de seguridad de la Cuarta Transformación ha decretado que la solución definitiva para el problema de la violencia en Michoacán consiste en… ¡enviar más soldados! Una jugada maestra que nadie, en los últimos veinte años, había tenido la brillantez de idear.

La Suma Sacerdotisa del Progreso, Claudia Sheinbaum, rodeada de sus generales en el Palacio Nacional, anunció con solemnidad casi religiosa el envío de mil nuevos efectivos y una lluvia dorada de tres mil millones de dólares. Una ofrenda destinada a aplacar a los dioses de la violencia que, curiosamente, se muestran tan insaciables como siempre.

La Coreografía de la Contención

El Gran Estratega, el secretario de Defensa, desveló el plan magistral: casi diez mil efectivos federales custodiarán las fronteras de Michoacán para evitar que los criminales… crucen. Una tarea tan sencilla como contener el mar con un colador, en un estado donde los cárteles se mueven con la misma libertad con la que los funcionarios se fotografían en actitud heroica.

Mientras, el Oráculo de la Inteligencia, Omar García Harfuch, prometió que esta vez sí, de verdad, con toda seriedad, se realizarán investigaciones eficaces. Porque todos sabemos que el problema de México no es la impunidad, sino que simplemente no hemos investigado lo suficiente.

La Doctrina del Abrazo de Oso

En un giro dialéctico que habría hecho palidecer de envidia al más sofisticado sofista griego, se reveló que la mayor parte de los recursos no irán a los militares, sino a programas sociales. Porque nada disuade mejor a un narcotraficante armado hasta los dientes que una beca escolar. La lógica es impecable: ¿para qué unirse al crimen organizado cuando puedes estudiar contabilidad?

La propia Presidenta filosofó: “Los problemas de seguridad no pueden abordarse sólo con la fuerza”. Una revelación tan profunda como descubrir que el agua moja, especialmente cuando se pronuncia mientras se movilizan diez mil soldados.

El Circo de las Soluciones Eternas

Michoacán, ese laboratorio donde cada sexenio prueba la misma receta esperando resultados diferentes, sigue siendo el escenario perfecto de esta tragicomia nacional. Mientras los cárteles controlan puertos, extorsionan productores de aguacate y siembran el terror, el gobierno anuncia que evaluará los avances… cada quince días.

Y en medio de este teatro absurdo, la promesa solemne: “No están solos”. Una frase que resuena con ecos de promesas pasadas, en un estado donde hasta el gobernador actual sabe lo que es perder un familiar por la violencia, pero donde las soluciones parecen limitarse a cambiar los actores mientras el guión permanece idéntico.

Así avanza el carrusel de la seguridad nacional: mismos problemas, mismas soluciones, mismos discursos. Solo los nombres de los funcionarios cambian, mientras Michoacán espera que, esta vez sí, la farsa se convierta finalmente en realidad.

RELACIONADOS

Ultimas Publicadas

Matamoros

¿QUÉ PASO AYER?

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio