El Gran Salto al Vacío: Cuando el Pasaje Estudiantil se Volvió un Lujo Filosófico

En un acto de sublime generosidad, las augustas autoridades del transporte morelense han decretado un esfuerzo fiscal pedagógico para la juventud estudiosa. La tarifa, ese vil símbolo de la movilidad plebeya, pretende realizar una hazaña sin precedentes: saltar de los 10 a los 15 pesos, en lo que solo puede describirse como un masterclass en economía aplicada para quienes ya luchan por pagar sus fotocopias.

¿Qué declararon los estudiantes sobre este ejercicio de aritmética creativa?

La siempre comedida Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), en lugar de agradecer la oportunidad de fortalecer su carácter mediante el ayuno y la caminata, tuvo la desfachatez de señalar que el impuesto al conocimiento afectaría a una legión de 30 mil almas. Incluso murmuraron la palabra prohibida: movilizaciones. ¡Imagínese! Movilizarse contra la movilidad. La ironía, desde luego, se les escapa.

El profundo impacto en la economía doméstica, o el arte de exprimir la esperanza

La insigne presidenta de la FEUM, Adriana Guadarrama, cometió el error de usar la lógica. Osó sugerir que si uno va a pagar un tributo por respirar el aire viciado de una unidad, quizás, solo quizás, esa unidad debería pertenecer a este siglo. Propuso el herético concepto del descuento estudiantil, una práctica tan radical y subversiva que, según rumores, se aplica en otras latitudes fantásticas llamadas “estados vecinos”. Una idea tan revolucionaria que, de implementarse, podría obligar a los conductores a aprender a dar el cambio exacto, trastocando el orden natural de las cosas.

RELACIONADOS

Ultimas Publicadas

Matamoros

¿QUÉ PASO AYER?

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio