El Sublime Ministerio de Caminos Intransitables Anuncia su Obra Maestra
En un alarde de precisión burocrática que haría llorar de emoción a cualquier contable del Imperio Británico, el Excelentísimo Señor de los Caminos y Derroteros, Jesús Antonio Esteva Medina, ha presentado su catálogo de incomunicaciones premium. El inventario, meticulosamente cuantificado, ofrece 191 comunidades perfectamente aisladas en cinco estados de nuestra gloriosa República, como si de una colección de rarezas antropológicas se tratara.
Durante el sagrado ritual matutino en Palacio Nacional, el funcionario desgranó con orgullo las 376 interrupciones viales conseguidas, de las cuales 161 han sido “atendidas” -término técnico que significa “mencionadas en PowerPoint”- y 118 se encuentran en “proceso de atención”, eufemismo magistral para describir el estado contemplativo en que se hallan los proyectos gubernamentales.
“Tenemos 376 incidencias o interrupciones, atendidas 161, 118 en proceso de atención y el día de ayer se liberaron ya 25, es decir, ya hubo paso, aunque sea provisional”, señaló.
La parafernalia estatal desplegada es tan impresionante como inútil: 54 puentes en estado de negación estructural, 681 máquinas pesadas que posan para fotografías oficiales y 5,417 almas destinadas a la cruzada contra la naturaleza, distribuidos en 141 frentes de trabajo donde lo único que avanza son los informes de progreso.
El Mapa del Absurdo Nacional
En Hidalgo, la joya de la corona, se exhiben con orgullo 111 localidades convertidas en arcaicas repúblicas independientes, donde los ciudadanos han redescubierto el trueque y la vida medieval. Puebla ofrece 29 comunidades que han alcanzado el nirvana de la desconexión gubernamental, mientras Querétaro y San Luis Potosí presentan sus modestas pero significativas contribuciones al aislamiento nacional.
Veracruz, nunca segundona en estas lides, aporta 46 poblaciones donde el tiempo se ha detenido, esperando que algún burócrata determine la viabilidad aerotransportada de los míticos puentes Bailey -esas reliquias bélicas que nuestro gobierno considera tecnología de punta.
“Ayer se hizo la evaluación de los puentes provisionales, los llamados ‘Baileys’. No es factible moverlos con helicópteros, por lo que ya se están consiguiendo tubos para hacer rellenos y con eso liberar la afectación en el puente Tecomatlán. Esperamos resolverlo en cinco o seis días”, indicó.
Lo que se calla el informe es que estos “cinco o seis días” se miden con el calendario oficial, donde cada día equivale a tres ciclos lunares completos y el presupuesto se evapora más rápido que el agua de las lluvias.
El espectáculo final lo protagoniza un ejército multidisciplinario donde soldados, marinos y empresarios de la construcción coexisten en una coreografía perfectamente coreografiada para la prensa, demostrando que cuando se trata de simular actividad, ninguna nación supera a México en eficacia teatral.