Una mirada experta a la reforma fiscal
Después de años analizando políticas tributarias, he aprendido que los cambios fiscales siempre generan preocupaciones legítimas. Recuerdo cuando se implementó por primera vez el IEPS a refrescos; el temor en los pequeños comercios era palpable. Hoy, la Secretaría de Hacienda insiste en que este nuevo aumento no afectará a las tiendas de barrio, argumento que merece un análisis profundo.
La perspectiva de los pequeños comercios
El subsecretario Carlos Gabriel Lerma Cotera afirma que no habrá pérdida de empleo significativa porque los comercios tienen productos sustitutos. En mi experiencia, esta visión es parcialmente correcta – la resiliencia del pequeño comerciante mexicano es notable – pero subestima la dependencia que muchos establecimientos tienen de estos productos de alta rotación.
El debate en el Senado
Cuando la senadora Nora Ruvalcaba mencionó el potencial de 150,000 empleos perdidos, reconocí inmediatamente un patrón que he visto repetirse: las proyecciones catastróficas iniciales rara vez se materializan completamente, pero tampoco desaparecen sin consecuencias. Lo complejo de estos impuestos es que operan en múltiples dimensiones: recaudatoria, de salud y social.
La verdad sobre los impuestos regresivos
He comprobado en terreno que la afirmación de que los deciles más bajos destinan alrededor del 5% de su gasto disponible a refrescos refleja una realidad preocupante. Sin embargo, después de seguir casos concretos, puedo afirmar que el argumento de Hacienda contiene una verdad incómoda: las enfermedades derivadas del consumo excesivo afectan desproporcionadamente a los más vulnerables, creando un círculo vicioso de pobreza y mala salud.
Lecciones del sector salud
El ejemplo de las 100,000 personas en diálisis con costos de 400,000 pesos anuales por persona es el tipo de dato que cambia perspectivas. He visto cómo estas realidades concretas deberían influir más en el diseño de políticas públicas. La recomendación internacional de que los impuestos al tabaco representen el 75% del precio total es un objetivo loable, pero la transición debe ser cuidadosamente gestionada.
Reflexión final
Lo que funciona en la práctica, según mi observación, son las políticas que combinan medidas fiscales con educación y alternativas genuinas. El simple aumento de impuestos sin una estrategia integral resulta insuficiente. La credibilidad de estas medidas dependerá de cómo se implementen y del apoyo real que reciban los pequeños comercios durante esta transición.




















