El INE promete un conteo electoral exprés el mismo día de las votaciones

En un giro que dejó a la ciudadanía entre la incredulidad y el asombro, el Instituto Nacional Electoral (INE), bajo el mando de la consejera Guadalupe Taddei Zavala, anunció que realizará el conteo de votos el mismo día de las elecciones, como si se tratara de un milagro democrático o, quizá, de un truco de magia institucional. “No es un PREP, no es un conteo rápido”, aclaró con solemnidad, como si eso explicara por qué antes necesitaban tres días y ahora bastará con unas horas. ¿Será que descubrieron cómo doblar el espacio-tiempo o simplemente decidieron que la paciencia de los votantes ya no es lo que era?

La promesa de informar el avance de los cómputos entre las 23:30 y las 23:40 horas suena más a horóscopo electoral que a un proceso riguroso. ¿Qué pasará si Mercurio retrógrado interfiere con el traslado de los paquetes electorales? ¿O si algún funcionario distraído confunde las actas con la lista del supermercado? La ciudadanía, siempre ingeniosa, podrá seguir el espectáculo en tiempo real, como si fuera un reality show donde los votos son los protagonistas y los observadores, los jueces implacables.

“La ciudadanía sí acompaña este proceso”, declaró Taddei Zavala, omitiendo mencionar si ese acompañamiento incluye palomitas y sofá, o si, por el contrario, será una vigilia llena de suspenso y recuentos interminables. Lo cierto es que, en este circo electoral, el INE se ha autoproclamado maestro de ceremonias, prometiendo un final rápido y limpio. Veremos si el público se traga el acto o si, como en tantas otras ocasiones, el telón cae antes de que alguien grite: “¡Pero esto es puro teatro!”