Tras años de observar proyectos de infraestructura que se quedaban en el papel, hoy puedo afirmar con satisfacción profesional que el Tren Interurbano México-Toluca “El Insurgente” es una realidad tangible. La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció oficialmente que a finales de enero de 2026 estará operativo este corredor ferroviario que unirá Toluca, Estado de México, con la estación Observatorio en la Ciudad de México, reduciendo un traslado que actualmente consume hasta dos horas y media a apenas 40 minutos.
En mi experiencia, el verdadero punto de inflexión en cualquier proyecto de movilidad masiva llega cuando se completa la obra civil y electromecánica. “Como nos comprometimos, ya terminamos la obra civil del Tren Ciudad de México-Toluca ‘El Insurgente’, ya prácticamente está terminada toda la electromecánica”, confirmó Sheinbaum durante un recorrido de supervisión. He aprendido que los siguientes tres meses de pruebas técnicas son cruciales – señalización, certificación y ajustes operativos – porque de ellos depende la confiabilidad del sistema a largo plazo.
La verdadera maestría en planeación urbana se demuestra en la integración multimodal, y la Estación Observatorio representa un hito sin precedentes. No es solo una terminal, sino un núcleo de conectividad que articulará Metro, trenes interurbanos, transporte público superficial e incluso transporte foráneo. Paralelamente, en noviembre entrará en funcionamiento el tramo de Observatorio a Juanacatlán de la Línea 1 del Metro, creando una red interconectada que recuerda a los grandes sistemas europeos que tanto admiré en mis viajes de estudio.
La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, destacó la coordinación intergubernamental que hizo posible este Complejo Observatorio, que se convertirá en la gran puerta de acceso al poniente de la capital. He visto cómo estos esfuerzos colaborativos entre gobiernos federales, estatales y el sector privado marcan la diferencia entre proyectos exitosos y aquellos que quedan incompletos.
La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, enfatizó un aspecto que muchos subestiman: el impacto psicosocial del transporte. “Esta mega obra de movilidad no solo es un transporte seguro y económico, sino que ayudará a mejorar la calidad de vida”, señaló. En mis años de trabajo, he comprobado que recuperar dos horas diarias de traslado significa más tiempo para la familia, menos estrés y mejor salud mental para los usuarios.
Los datos operativos revelan la magnitud de este proyecto. Andrés Lajous Loaeza, titular de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, detalló que “El Insurgente” contará con 20 trenes para movilizar a 140 mil pasajeros diarios, conectando las zonas metropolitanas de Toluca y el Valle de México a través de múltiples sistemas de transporte.
Las cifras de la primera etapa ya muestran un éxito rotundo. Jorge Alberto Mendoza Sánchez, director de Banobras, reveló que el tren ha transportado 12.6 millones de personas desde su inicio, con un promedio de 81 viajes y 22 mil pasajeros diarios. Lo más significativo es el ahorro económico para los usuarios: el costo del viaje oscilará entre 15 y 90 pesos, considerablemente menor a los 112 pesos que actualmente cuesta el autobús en ese mismo trayecto.
Los detalles técnicos son igualmente impresionantes. Adriana Cardona, directora de Proyectos Ferroviarios, describió el viaducto de 46.6 kilómetros como único en el mundo por sus características técnicas, mientras que los residentes de obra confirmaron que el tramo Santa Fe-Observatorio ya cuenta con vía, canalizaciones y catenaria completas. Sandy Muñoz proyectó que el flujo diario en el Complejo Observatorio superará los 20 mil pasajeros, triplicando la afluencia actual de Santa Fe.
Este proyecto demuestra que cuando la visión técnica se alinea con la voluntad política y la experiencia acumulada, es posible transformar radicalmente la movilidad urbana en nuestro país.
