El Jardín de las Paradojas Perfumadas
En un alarde de ingenio sin precedentes, el Gobierno Municipal de Tlajomulco ha descubierto la solución definitiva para los problemas de inclusión: la jardinería temática. Lejos de reformas legales profundas o campañas educativas serias, la administración ha decidido que nada dice “respetamos tus derechos” como un petunia bien abonada.
El flamante “Jardín Diverso” -instalado estratégicamente en medio de una unidad deportiva- promete combatir la discriminación a través del poder hipnótico de los colores primaverales. La regidora Linda Peña García, en un discurso que haría sonrojar a un manual de autoayuda corporativa, proclamó que este macizo de flores representa nada menos que “orgullo y memoria”.
“Al ser un lugar que promueve la diversidad, la igualdad y el respeto mediante el cuidado de rosales”, declaró con la solemnidad de quien anuncia el descubrimiento de la penicilina. La construcción de este monumento a la corrección política contó con la participación de colectivos, artistas y vecinos, aunque se desconoce si alguno de ellos preguntó por qué no mejor se destinaban esos recursos a programas concretos contra la discriminación laboral o la violencia.
En esta ceremonia fitosanitaria, la directore de Diversidad Sexual (cargo que suena a ministerio orwelliano) junto al titular de Medio Ambiente demostraron perfectamente cómo la maquinaria burocrática puede convertir cualquier causa noble en un ejercicio de autocomplacencia institucional. El mensaje es claro: mientras las minorías esperan igualdad real, el gobierno ofrece camas de cultivo coloridas.
Queda la esperanza de que el próximo proyecto sea un “Bosque de la Transparencia” o quizás un “Césped de la Justicia Social”, donde los ciudadanos puedan contemplar margaritas mientras esperan que sus demandas de verdadera inclusión sean finalmente atendidas.