El meticuloso conteo de votos que redefine la elección judicial en México

¿Qué ocurre realmente tras el cierre de las urnas en las elecciones más complejas del Poder Judicial? Fuentes internas revelan que, si la participación ciudadana supera el umbral medio este 1 de junio, el escrutinio podría prolongarse hasta una década. Un ejército de 45 mil funcionarios distribuidos en las 300 Juntas Distritales del INE enfrentará el desafío de descifrar boletas con una complejidad sin precedentes.

Documentos obtenidos en exclusiva detallan que, antes de las 20:00 horas del día electoral, equipos especializados iniciarán el cómputo mediante una aplicación móvil desarrollada por el organismo. El protocolo, diseñado para minimizar errores, establece un sistema de doble verificación: un funcionario dictará los números mientras otro los registra en dispositivos móviles. Solo cuando ambas capturas coincidan, los datos se integrarán al Sistema de Cómputos Distritales.

Testimonios de funcionarios electorales, bajo condición de anonimato, plantean serias dudas: “El proceso está diseñado para la precisión, pero la escala es inédita”. Primero se contabilizarán los votos para Ministros de la Suprema Corte entre el 1 y 3 de junio, con tres grupos de trabajo por distrito y jornadas maratónicas de 27 horas continuas. ¿Podrá el sistema resistir la presión?

La investigación revela un calendario escalonado: magistraturas del Tribunal de Disciplina (3-4 junio), integrantes de la Sala Superior (4-6 junio) y finalmente, los polémicos cargos de Magistrados de circuito y jueces de distrito (6-10 junio). Cada fase incrementa los equipos a cinco grupos con 40 parejas de escrutadores, pero persisten interrogantes sobre la capacidad operativa.

Arturo Espinosa, reconocido analista electoral, advierte: “La falta de resultados inmediatos generará una tormenta perfecta de desconfianza. Los ciudadanos están acostumbrados a tendencias claras en la noche electoral, no a esperas de días”. Esta preocupación se intensifica al descubrir que los resultados publicados en tiempo real no constituirán declaraciones oficiales de victoria, sino datos crudos sujetos a revisiones de paridad y elegibilidad.

Documentos internos del IECM obtenidos por este medio confirman otra arista polémica: la circulación masiva de “acordeones” electorales. Pese a las tutelas preventivas emitidas el jueves pasado, estas guías de votación siguen distribuyéndose, planteando serios cuestionamientos sobre la equidad en la contienda. ¿Quién está detrás de esta campaña paralela?

La investigación concluye con una revelación impactante: mientras el INE promete transparencia a través de su sistema digital, el verdadero filtro ocurrirá entre el 10 y 14 de junio, cuando un comité no electo analizará la elegibilidad de los presuntos ganadores. Solo el 15 de junio, con las constancias de mayoría entregadas, sabremos si este histórico proceso cumplió su promesa de renovar la justicia o simplemente trasladó las decisiones clave a espacios opacos.

Esta elección marca un punto de inflexión: por primera vez, el conteo abandona las mesas ciudadanas para refugiarse en oficinas institucionales. ¿Avance tecnológico o retroceso democrático? La respuesta podría redefinir el futuro de la justicia en México.