El ministro electo y su peculiar gira por Chilpancingo

CHILPANCINGO, Gro — En un acto de humildad sin precedentes, el ministro presidente electo de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, anunció que reducirá los sueldos de los magistrados… aunque aún no sabe cuánto hay en la caja. “La austeridad es mi bandera”, declaró mientras posaba frente a la catedral donde Morelos firmó los Sentimientos de la Nación, un guiño histórico tan sutil como un machete en una asamblea comunitaria.

Entre selfies con funcionarios del INPI (que casualmente custodiaban su recorrido como si fuera una reliquia prehispánica), Aguilar Ortiz aseguró que su único vínculo es con “el pueblo”. ¿Morena? ¿Sheinbaum? “Puras narrativas”, dijo, olvidando mencionar que su currículum incluye un puesto VIP en el gobierno de AMLO. Eso sí, prometió servir al pueblo “a partir del primero de septiembre”, porque antes tiene que terminar su tour fotográfico por sitios instagrameables.

Lo más conmovedor fue su defensa de los candidatos impugnados por acordeones electorales: “Nosotros no hicimos los acordeones”, aclaró, como si el INE hubiera sancionado a unos alumnos tramposos y no a políticos profesionales. Eso sí, dejó claro que su relación con los coordinadores de Morena es puramente institucional, igual que la de un pulpo con un vaso de agua: técnicamente posible, pero incómoda para todos.

El broche de oro llegó al finalizar su visita en el refugio Perritos Felices, propiedad del senador Félix Salgado Macedonio (padre de la gobernadora morenista). Nada simboliza mejor la justicia que acarizar perritos mientras se ignora a los elefantes en la habitación: ¿Reducción de salarios o teatro populista? ¿Independencia judicial o coreografía partidista? Aguilar Ortiz, maestro del arte de no responder, ya tiene su próximo papel: protagonista de La corte de los milagros, versión 2025.